“Cuando pienso en el futuro, quiero que mis hijos y mis nietos se sientan orgullosos de mí, que puedan decir con certeza que su abuelo obró con inteligencia, integridad y valor”

Este viernes 28 de febrero, el expresidente Guillermo Lasso concluyó su agenda académica en Londres, donde participó en diversos conversatorios con estudiantes y líderes políticos en el Canning Club, Canning House, London School of Economics, Oxford Union Society, Saint Cross College y Oxford University Conservative Association. En estos espacios emblemáticos de debate y aprendizaje, abordó […]

Este viernes 28 de febrero, el expresidente Guillermo Lasso concluyó su agenda académica en Londres, donde participó en diversos conversatorios con estudiantes y líderes políticos en el Canning Club, Canning House, London School of Economics, Oxford Union Society, Saint Cross College y Oxford University Conservative Association. En estos espacios emblemáticos de debate y aprendizaje, abordó temas como liderazgo, su experiencia en el sector público y privado, y los desafíos de América Latina ante el populismo.

Durante su intervención en la Oxford Union Society, el exmandatario agradeció la invitación, destacando la oportunidad de compartir sus reflexiones basadas en su trayectoria. “A lo largo de los años, he aprendido que compartir los conocimientos y las experiencias forjados en el camino de la vida, es una forma de contribuir al fortalecimiento de nuestras naciones y al bienestar de los ciudadanos”, afirmó.

Guillermo Lasso relató cómo, desde los 15 años, comenzó a delinear su vida profesional inspirado en los valores de integridad y disciplina inculcados por su padre. Su incursión en el mundo financiero comenzó como mensajero en la Bolsa de Valores de Guayaquil, hasta llegar, dos décadas después, a la dirección del Banco Guayaquil.

A los asistentes les explicó que su decisión de postularse a la presidencia fue una respuesta ante la pérdida de libertades y el avance del autoritarismo en Ecuador. Destacó su labor en la recuperación económica del país tras la crisis sanitaria y social provocada por la pandemia, así como los obstáculos políticos que enfrentó por parte de sectores vinculados al crimen organizado.

“A mí el poder no me interesa si no es para servir a los ciudadanos”, enfatizó.

“Soy un convencido de que las reverencias y el servilismo son para déspotas y obsecuentes. Por eso, aplicando la Constitución, disolví la Asamblea Nacional y pedí que se convocara a nuevas elecciones presidenciales y legislativas”.

Esta decisión, explicó el expresidente, evitó que un grupo político y sus aliados se tomaran la presidencia y quebrantaran el sistema democrático del país.

Al cerrar su intervención, reflexionó: “Cuando miro hacia atrás, recuerdo a mi padre y su inquebrantable convicción de vivir con honor y dignidad. Cuando pienso en el futuro, quiero que mis hijos y mis nietos se sientan orgullosos de mí, que puedan decir con certeza que su abuelo obró con inteligencia, integridad y valor. Hoy, puedo caminar por las calles del Ecuador con total tranquilidad y la frente en alto. Los ciudadanos me saludan con afecto y respeto. ¿Qué más puedo pedir en estas horas de mi vida?”.