En la U de Navarra, el expresidente tuvo «una jornada muy especial, llena de ideas, aprendizaje y buenos diálogos»

El expresidente del Ecuador, Guillermo Lasso Mendoza, participó este lunes en una charla magistral en la Universidad de Navarra, titulada “América Latina: desafíos, oportunidades y un nuevo pacto con el mundo”, dirigida a jóvenes universitarios. El encuentro permitió compartir reflexiones sobre gobernabilidad democrática, cooperación internacional y las oportunidades estratégicas de la región. Durante su intervención, […]

El expresidente del Ecuador, Guillermo Lasso Mendoza, participó este lunes en una charla magistral en la Universidad de Navarra, titulada “América Latina: desafíos, oportunidades y un nuevo pacto con el mundo”, dirigida a jóvenes universitarios. El encuentro permitió compartir reflexiones sobre gobernabilidad democrática, cooperación internacional y las oportunidades estratégicas de la región.

Durante su intervención, el exmandatario abordó las tensiones políticas, sociales y económicas que enfrenta América Latina, y planteó la necesidad de un nuevo pacto social y transatlántico que refuerce la democracia, combata la desigualdad y promueva una arquitectura global más equitativa.

“América Latina no está en guerra, pero sufre una violencia comparable con zonas de conflicto. No es una región fallida, sino desaprovechada. Tiene el potencial de ser una potencia agrícola, energética y de innovación”, dijo y destacó la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas y luchar contra el autoritarismo y la corrupción.

El expresidente también compartió preocupantes cifras de desafección democrática en Ecuador, según Latinobarómetro 2024, y advirtió sobre la creciente simpatía por modelos autoritarios como respuesta a la frustración ciudadana.

Además, hizo un llamado especial a la comunidad internacional sobre la crisis venezolana:

“No podemos hablar de futuro sin hablar de Venezuela. La dictadura de Maduro ha empujado a más de siete millones de personas al exilio. Apoyar su transición democrática es un deber regional y continental.”

En su exposición, Guillermo Lasso propuso una alianza entre América Latina y Europa basada en cuatro pilares:

  • Inversión en energías limpias;
  • Cooperación contra el crimen organizado transnacional;
  • Promoción de una economía del conocimiento;
  • Apoyo a instituciones democráticas y a la prensa libre.

También compartió su experiencia como presidente del Ecuador y destacó dos iniciativas personales: la Fundación Ecuador Crece Contigo, centrada en temas sociales, y el Programa de Becas Guillermo Lasso Mendoza, dirigido a jóvenes ecuatorianos que deseen estudiar maestrías en universidades internacionales.

Finalmente, el exmandatario instó a los jóvenes a asumir un rol activo en la transformación de la región:

“Nuestro destino no está escrito. Está en nuestras manos. Construyamos juntos una América Latina más justa, libre y próspera, porque su futuro también es parte del futuro de Europa.”

«Recuerden que lo más valioso en la vida es poder caminar con libertad, regresar a la casa con la frente en alto y mirar a sus familias a los ojos con la conciencia tranquila»

LIDERAZGO VISIONARIO Discurso del expresidente Guillermo Lasso Mendoza en la ceremonia de graduación de los estudiantes de la Universidad Uniandes, en Santo Domingo del los Tsáchilas: Agradezco a Uniandes por permitirme compartir con ustedes algunas reflexiones sobre liderazgo y visión de futuro a partir de mi experiencia en el sector privado y en la administración […]

Graduación estudiantes Uniandes 26.03.2025, Sto. Dgo. Tsáchilas

LIDERAZGO VISIONARIO

Discurso del expresidente Guillermo Lasso Mendoza en la ceremonia de graduación de los estudiantes de la Universidad Uniandes, en Santo Domingo del los Tsáchilas:

Agradezco a Uniandes por permitirme compartir con ustedes algunas reflexiones sobre liderazgo y visión de futuro a partir de mi experiencia en el sector privado y en la administración pública.

Disfruto de estos espacios con los jóvenes porque me llenan de esperanza y optimismo. Me inspira escuchar sus opiniones y proyectos; son una fuerza motivadora, una poderosa locomotora que avanza imparable. Admiro que estén siempre dispuestos a conquistar el mundo. Lo veo en ustedes, lo veo en mis hijos y me hacen recordar al joven incansable que un día fui.

Empecé a trabajar a los 15 años. A esa edad conseguí mi primer empleo como mensajero en la Bolsa de Valores de Guayaquil. Lo hice por necesidad. Mi padre fue obligado a jubilarse por una ley de la dictadura, así que los ingresos en mi casa disminuyeron. A pesar de las dificultades, tenía claro un propósito: terminar el colegio. Ese se convirtió en el primer gran objetivo de mi vida y, con él, aprendí una lección que me ha servido hasta hoy: es fundamental tener una meta clara.

La segunda lección que aprendí fue que además de un objetivo necesitaba una oportunidad. Yo la tuve y fui hacia adelante. Las clases de contabilidad que me enseñó mi profesor de economía, en el colegio San José de La Salle, fueron fundamentales para mi carrera profesional. No estudié en la universidad, pero me formé a través de numerosos cursos de banca, finanzas y negocios, que me prepararon aún más para el camino que elegí.

A los 22 años, el adolescente que comenzó como asistente se convirtió en gerente de una empresa de créditos. Un año después, fundé mi propia compañía y en ese camino logré salvar de la quiebra a dos sucursales de grandes multinacionales: Coca-Cola e Hino, la fabricante japonesa de camiones. A los 29 dirigía una financiera y, a los 34, ya gerenciaba el que sería el segundo banco más grande del Ecuador.

¿Lo logré solo? Por supuesto que no. El éxito, tanto en las personas como en las empresas e incluso en los países, es el resultado del trabajo en equipo. Solos avanzamos poco, pero juntos podemos lograr grandes transformaciones.

Entonces, para mí, la ecuación perfecta contiene cuatro elementos: conocimientos, objetivo, oportunidad y equipo.

Cuando asumí la presidencia de la República en mayo de 2021, el país enfrentaba una de las crisis más graves de su historia republicana. La pandemia no solo cobró la vida de al menos 35.000 ecuatorianos, sino que también elevó la pobreza en nueve puntos y disparó el desempleo al 13,3%, cuando un año atrás era del 3,8%. Estas cifras reflejan con contundencia la magnitud de la crisis que tuvimos que enfrentar.

Hay que sumar que el déficit fiscal superaba los siete mil millones de dólares, no había vacunas para nadie, el miedo y la desesperanza eran los sentimientos de un país que no veía la hora en que esta pesadilla terminara.

Ante la situación me propuse vacunar a nueve millones de ecuatorianos en cien días, con las dos dosis completas. Ese objetivo no solo salvaría vidas al reducir los contagios por COVID, sino que también impulsaría la reactivación económica.

Muy rápido comprendí que para llegar a esa meta debíamos convertir a la vacunación en una causa nacional que movilizara a todo el país. Ya no era un objetivo del gobierno de Guillermo Lasso, era un objetivo del Ecuador.

Implementamos una logística similar a la de las elecciones, con el apoyo del Consejo Nacional Electoral, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, el Ministerio de Salud, universidades, centros educativos y la empresa privada. Pero, sobre todo, fue la disciplina de los ciudadanos lo que hizo posible el éxito de la campaña. Respondieron al llamado, y juntos lo logramos.

En septiembre de 2021, cumplimos la meta: nueve millones de ecuatorianos estaban vacunados y a diciembre de ese año, la economía que había sufrido una caída estrepitosa se recuperó a una velocidad a un mayor. Ese año, crecimos 9,8 puntos del PIB.

Reactivar la economía también fue la primera política social que pusimos en marcha, porque la gente volvió a salir, a emprender, regresó a las oficinas, a los colegios, a las fábricas. 

Un liderazgo visionario radica en saber hacia dónde ir, prever el futuro y organizar a la familia, la empresa o a la sociedad para avanzar con un propósito claro. En el caso de la vacunación, fue salvar vidas, salir el encierro y recuperar la normalidad.

Cuando lideren equipos, deben inspirarlos, mostrarles el camino e ir con ellos al frente, como verdaderos guerreros, enfrentando la adversidad con determinación. El camino no siempre será fácil, pero el esfuerzo, la visión de un bien mayor y la convicción de lo que quieren hacer, los impulsarán a alcanzar la meta.

Apenas iniciado el gobierno, le pedí al equipo diplomático que concretara una reunión con el presidente de China, Xi Jinping. La oportunidad llegó en febrero de 2022, a los nueve meses de estar en Carondelet. Para un país pequeño como Ecuador, reunirse con un líder de la talla del presidente de China es un acontecimiento de gran importancia. Cada minuto en ese encuentro debía ser trascendental, porque este tipo de reuniones no se repiten fácilmente.

Cuando me senté frente a frente con el presidente Xi, le hablé con total honestidad. Le expresé que funcionarios corruptos de ambos países, años atrás, se habían coludido para beneficiarse de las preventas petroleras y que, por ello, era fundamental para nosotros desvincular el petróleo ecuatoriano de la deuda con China. También le planteé que la firma de un Tratado de Libre Comercio representaría una gran oportunidad para mejorar las condiciones económicas de nuestro país; y, que aún necesitábamos vacunas para mantener inmunizada a la población.

Volví al Ecuador con un alivio de la deuda pública de 1.400 millones de dólares, con 2,5 millones de vacunas y un año después, en mayo de 2023, firmamos el TLC. La oportunidad de esa conversación personal y frontal con el presidente de China fue la clave de todo.

Deben tener claro que algunas oportunidades son únicas y quizás no vuelvan a repetirse. Por ello, es fundamental saber reconocerlas, aprovecharlas y usarlas estratégicamente para alcanzar los objetivos.

En los años ochenta, cuando impulsamos el crecimiento del Banco Guayaquil, nos propusimos abrir una cartera de créditos para emprendedores. Ciudadanos que empezarían desde cero o pequeños empresarios llegaban con sus ideas, buscando financiamiento para crear o fortalecer sus negocios. Les dimos oportunidades y, a través de ellos, generamos empleo.

En el Gobierno, llevamos esa visión aún más lejos con el programa de créditos 1×30, que consistía en otorgar préstamos al 1% de interés, a 30 años plazo y por montos de hasta 5.000 dólares. El Estado ecuatoriano destinó más 1.200 millones de dólares a este plan, de los cuales alrededor del 60% fue entregado a mujeres.

Mi experiencia en el Banco Guayaquil me enseñó algo valioso: las mujeres son las mejores pagadoras. Desde una perspectiva de Estado, ellas son el pilar de muchas familias, asumiendo el cuidado de sus hijos, sus padres y, en muchos casos, de personas con discapacidad. Es ahí donde el Estado debe intervenir y brindarles oportunidades para que puedan salir adelante.

¿Para qué buscar el poder, si no es para servir? Estoy convencido de que cualquier espacio de poder, por pequeño que sea, debe ejercerse con honestidad y compromiso democrático. Esto cobra aún más importancia en tiempos de crisis, cuando emergen liderazgos autoritarios que terminan representando un costo altísimo para la sociedad.

Hoy, los países enfrentan enormes desafíos, pero los más apremiantes son la pobreza y la violencia generada por el crimen organizado. Este nuevo actor avanza con una fuerza y velocidad alarmante, infiltrando las instituciones públicas, comprando jueces, fiscales y policías, y logrando incluso representación política.

Ecuador ha sido testigo de esta realidad. Desde diciembre de 2023, hemos visto cómo el crimen organizado ha financiado campañas políticas. Cuando fui presidente y propuse la consulta popular, ciertos sectores políticos recibieron dinero ilegal para promover el «No» y evitar que se aprobara la extradición.

En los chats del narcotraficante Leandro Norero, capturado en mi gobierno, están las evidencias. Las organizaciones criminales buscan impunidad y, para lograrlo, necesitan controlar el Estado. Por eso, su estrategia pasa por influir y apoderarse de las estructuras políticas.

Ustedes son jóvenes, tienen mucho futuro por delante. Dirigirán empresas y quizás algunos de ustedes incursionen en la política y tengan el honor de dirigir el país. Mi sano consejo es que siempre se conduzcan con honestidad, transparencia y lealtad hacia la verdad y las personas.

A lo largo de su camino, es probable que sean tentados para llegar rápido a la meta. ¡Tengan cuidado! Porque el camino está lleno de trampas que les puede costar su reputación, sus bienes y hasta su libertad. Recuerden el destino de quienes cayeron en el juego del dinero sucio, la corrupción y la violencia: hoy están presos o prófugos.

Tomen decisiones correctas y honestas, incluso si eso implica renunciar a la fama o la fortuna. Recuerden que lo más valioso en la vida es poder caminar con libertad, regresar a la casa con la frente en alto y mirar a sus familias a los ojos con la conciencia tranquila.

Discurso durante el Informe a la Nación 2023

Ecuatorianos:Hoy, el Ecuador conmemora 201 años de la última batalla libertaria que nos enrumbó al país que somos ahora. Un país que fue el primer grito de libertad en América y que, desde entonces, no se ha dejado doblegar por las injusticias y las tiranías. Nuestro país ha sido capaz de salir de crisis profundas […]

Ecuatorianos:
Hoy, el Ecuador conmemora 201 años de la última batalla libertaria que nos enrumbó al país que somos ahora. Un país que fue el primer grito de libertad en América y que, desde entonces, no se ha dejado doblegar por las injusticias y las tiranías.

Nuestro país ha sido capaz de salir de crisis profundas y siempre elegir la democracia como el sistema más conveniente para resolver nuestras diferencias y caminar hacia delante.
Hace ocho días, utilizando un mecanismo democrático reconocido en la Constitución d e la República, puse fin a una confrontación política que tenía inmerso al país en una crisis que se agudizaba con el tiempo.
Disolver la Asamblea Nacional, sobre la base del artículo 148 de nuestra Constitución, cerró un largo capítulo de desinstituciona lización y abuso de poder, liderado por sectores políticos que se habían trazado como meta la cooptación de todo el Estado.


Después de esta decisión, histórica por la profundidad de su significado, nunca más un presidente de la República quedará a merced de una Asamblea que dedique su tiempo a conspirar e impedir que un gobierno avance en la agenda para el desarrollo del país.
Mi opción fue mirar hacia los ecuatorianos para pedirles que decidan el destino del país a través de su voto. Los países hermanos, a través de sus embajadores en Ecuador, reconocieron la valentía y el talante democrático de esta medida. El Consejo Nacional Electoral y la Corte Constitucional también avalaron la constitucionalidad de mi decisión con sus pronunciamientos. Sin embargo, e l mayor reconocimiento ha sido el de los ciudadanos: la inmensa mayoría ha aplaudido la aplicación de la muerte cruzada como la mejor sanción moral contra los obstruccionistas, con evidentes afanes golpistas, que traicionaron los principios democráticos.

A hora, los ecuatorianos debemos elegir un nuevo gobierno y otra Asamblea Nacional, un acto democrático que hace más fuerte la institucionalidad. Con humildad les pido elegir a los mejores ecuatorianos, ejercer su voto creyendo de manera fehaciente que es la herramienta más valiosa que tienen para evitar que esta historia se repita y enrumbar al país hacia un mejor destino.


Este tiempo también nos ofrece una nueva oportunidad para avanzar hacia una concertación nacional. Con generosidad podemos encontrar me tas nacionales, propósitos comunes como la seguridad ciudadana que, sin ninguna duda, hoy es la razón de Estado más importante que debe unir al país.
Este compromiso democrático es un compromiso con la vida y con el futuro de cada ciudadano. Nos compete ho nrarlo y estar a la altura de las circunstancias.
En estos dos años hemos avanzado mucho. Y así seguiremos en los próximos meses, sin descanso y con más energía.


En mi gobierno, el Ecuador ha dado un buen ejemplo en el manejo de la economía.
Redujimos el déficit fiscal de 7500 millones a menos de 2 mil millones de dólares.
Son casi 6 mil millones menos, el equivalente a 6 puntos porcentuales del PIB.
A diciembre del 20 22, el Ecuador tenía una inflación de 3,7%, la segunda más baja de la región. Y según el Fondo Monetario Internacional, en el 2023 alcanzaremos el primer lugar entre las inflaciones más controladas, con el 1,4%.

También, según el FMI, este año el Ecuador c recerá 3%, un porcentaje que representa casi el doble del promedio regional calculado en 1,7%. Al terminar el 2023, el nivel de la deuda pública se habrá reducido al 55%, es decir, 12 puntos porcentuales menos que hace tres años, cuando alcanzaba el 67%. Las ventas acumuladas nacionales del 2022 llegaron a 226 mil millones de dólares, más del doble del PIB y 13% más que en el 2021. Un millón 100 mil ecuatorianos han salido de la pobreza, y se han creado alrededor de 500 mil empleos.

En forma paralela, empr endimos un severo control a los evasores de impuestos.
Esto, sumado a la simplificación de trámites y el fortalecimiento de la facturación electrónica, aumentó la recaudación tributaria a más de 17 mil millones de dólares en el 2022, alrededor de 3 mil mi llones más que en el 2021.
Quienes hacen trampa en el pago de impuestos perjudican al niño que quiere estudiar, a los pacientes de los hospitales, a la madre que busca nuevas oportunidades de vida, a los jóvenes que desean un crédito para emprender.
Una de las consignas de mi gobierno siempre ha sido: “Quien más gana, más debe aportar”. Y así ha sido.
Como parte de ese ordenamiento y disciplina tributaria, diseñamos un sistema eficiente, técnico y justo.
Por eso presentamos con el carácter de económica urge nte la Ley para el fortalecimiento de la economía familiar”, que beneficia al bolsillo de 340 mil familias de clase media, y que representan al 99% de quienes pagan impuesto a la renta, es decir casi todos.


Son 195 millones de dólares que ya no irán a la caja fiscal, sino que se quedarán en los hogares para aliviar los gastos de salud, educación, alimentación y otras necesidades de un millón de personas.
De hecho, inmediatamente después de la disolución de la Asamblea, presentamos esta reforma como Decret o Ley ante la Corte Constitucional para su revisión.
Estos son unos pocos indicadores económicos de mi gestión, que se traducen y aterrizan en más bienestar para los ciudadanos.
Son medidas que ahora dejan más dinero en sus bolsillos, y más tranquilidad para sus familias.
Con una buena planificación y pulcritud en el uso del dinero público, sí es posible ahorrar recursos para mejorar las condiciones de vida de millones de personas, tal como lo ha hecho mi gobierno.
Por eso este año pudimos destinar 15276 millones de dólares para el sector social, la mayor cifra en la historia nacional.

Como ustedes saben, nuestros mayores esfuerzos se han centrado en los sectores de educación, salud, vivienda, generación de empleo, bienestar social y, por supuesto, seguridad.

Compatriotas:
Siempre he dicho que los niños y jóvenes son lo más valioso que tenemos, y que necesitan toda nuestra atención.
En el 2022 el presupuesto para educación alcanzó 3400 millones, y en el 2023 lo aumentamos a 4008 millones. ¡600 millones más!
Ahí están, a la vista de todos, 16 nuevos colegios para servir a 25 mil chicos Y en 2023 serán 16 unidades educativas más para 18 mil alumnos.
Estamos destinando 150 millones a reparar unidades, para que niños y jóvenes aprendan en las mejores condiciones posibles.


Hemos fortalecido la educación técnica con el objetivo de que miles de chicos gocen de más y mejores oportunidades apenas se gradúen de bachilleres.
Pero además, fortalecimos el sistema de educación superior, eliminamos el examen de ingreso de la Senescyt y ampliamos la oferta académica en un 14% llegando a 231.000 mil cu pos durante el año 2022.
Y, mediante una distribución de recursos para el año 2023, por primera vez justa, transparente y equitativa, logramos un aumento histórico en el presupuesto de educación superior de más de 200 millones, alcanzando los 1300 millone s a favor de 400 mil estudiantes en relación a la última década.
Mirando al futuro, queremos ofrecerles carreras que respondan a sus expectativas personales y sintonicen con las necesidades del desarrollo nacional e internacional.


En el mundo actual, la te cnología y la innovación definen el futuro de las sociedades. Esto nos exige fortalecer nuestras capacidades de manera urgente.
Para ello, estamos impulsando la repotenciación y creación de institutos y universidades en las cuatro regiones del país. En es a ruta, renovamos y modernizamos las instalaciones de institutos tecnológicos en Manta, Quito y Lago Agrio.


Con una inversión de 30 millones, ya está en marcha el plan para construir 3 institutos en Machala, Portoviejo y Atacames, así como uno en modalidad dual en la isla Santa Cruz, que ofrecerá carreras que respondan al potencial turístico del maravilloso archipiélago de Galápagos.
Asimismo, continuamos con obras de repotenciación en 52 institutos técnicos.
Para responder a las necesidades y anhelos de l os jóvenes amazónicos, crearemos cuatro universidades con sedes en Orellana, Sucumbíos, Morona Santiago y Zamora Chinchipe.
Además, con una inversión de 15 millones impulsamos programas de becas y ayudas económicas, generando oportunidades para más de 4.50 0 ciudadanos de las 24 provincias del país. Y durante el año 2023, con una inversión de 23.5 millones, mantenemos nuestro compromiso de cumplir con los anhelos de acceso a la educación superior de nuestra juventud, para ello entregaremos 25.000 nuevas beca s y ayudas económicas. Estas son 25.000 nuevas oportunidades.


Ahí está Sonia Akintiua, de la nacionalidad shuar, beneficiaria del programa de Becas TEC. Ella estudia Gestión Territorial del Cambio Climático en el Instituto Superior Universitario Cotopaxi. Gracias a su beca compró una computadora, y hoy puede dedicar todo su tiempo a estudiar.
Nuestra misión es brindar a jóvenes como Sonia una educación pública de calidad, que les asegure un futuro de bienestar y contribuya a la prosperidad de todo el Ecuador.
En salud, con una inversión de 200 millones de dólares, inauguramos los hospitales de Durán, Bahía y Manta, además de los centros de salud de Machala.
En pocos días en junio entregaremos el hospital de Pedernales. Estas obras benefician a 1 millón 1 00 mil ecuatorianos. Ahí están, a la vista de todos, 4 hospitales nuevos, y 53 hospitales que serán repotenciados este año.

Ahí están los 2500 profesionales de la salud contratados en el primer trimestre de 2023, a los que se sumarán 11 mil más hasta fina les de este año.
Además, ya contamos con 10,6 millones de dólares para financiar becas de técnicos de atención primaria, de especializaciones médicas y de enfermería.
Para beneficio de todos, este 2023 invertiremos 202 millones de dólares en la compra de equipos y mejoramiento de centros quirúrgicos en 10 provincias, así como la compra de 158 ambulancias terrestres y 4 fluviales.


Para lograr esos objetivos, este año aumentamos la inversión en salud a 3.521millones de dólares, es decir 254 millones más que en el año precedente.
Cada día trabajamos para que miles de ecuatorianos reciban atención en salud gratuita y de calidad.
Theo es un bebé de 1 año 2 meses, a quien le diagnosticaron Atrofia Muscular Espinal, una patología catastrófica que requiere del medicamento Zolgensma, el más caro del mundo.
Compramos el medicamento, aseguramos al niño la posibilidad de crecer sano y hoy se le proporciona los exámenes, medicamentos y rehabilitación que necesita.


Ahí está la pequeña Abigail, de dos años y medio de edad, beneficiaria de un implante coclear que se realizó en el Hospital Vicente Corral Moscoso de Cuenca. Abigail pudo escuchar por primera vez y, gracias a las terapias que recibe, pronto podrá hablar y escuchar de manera normal. Esta cirugía en el sector privado tendría un costo mayor a los 35 mil dólares.
Un tema de salud que ha sido una de las banderas de mi gest ión, es la lucha contra la desnutrición infantil. Por eso creamos la Secretaría Técnica Ecuador
Crece Sin Desnutrición Infantil, que ha destinado 350 millones de dólares para este problema nacional.
Hoy, 1978 centros de salud tienen el 100% de abastecimiento de nutrientes para menores de dos años y madres embarazadas.


Ahí están las 280 mil mujeres y más de 400 mil niños que han sido atendidos con esmero y cariño.
Ahí está Jeniffer Elizabeth Chévez Romero, de la parroquia Puerto Jelí, en la provincia de El Oro, madre de Aurora Granda Chévez, una hermosa niña que nació prematura, y que ahora recibe la visita semanal de una especialista del Mies para realizarle estimulación temprana, y también recibe controles médicos y vacunación en el centro del Ministerio de Salud.
Ahí están los 85 mil niños que se benefician de forma gratuita de 4 ó 5 comidas diarias en los centros infantiles.


Ahí están los 50 mil niños que han vencido a la desnutrición, como Jireth Santana Vera, de 10 meses de edad, gracias a las atenciones y suplementos nutricionales que recibe desde el embarazo su madre, Jessenia Vera.
¡Todo esto n o son proyectos: son realidades que nos enorgullecen! Conocemos las necesidades de los ecuatorianos, y sabemos cómo cambia la vida de una familia cuando llega a tener una vivienda propia.
Significa aliviarse del pago de arriendo mensual, y contar con más recursos para atender las necesidades y aspiraciones familiares.
Por eso los apoyamos: porque queremos que miles de personas disfruten de una mejor calidad de vida bajo un techo propio.


Hasta diciembre del 2022, con una inversión de 226 millones de dólares entregamos 15519 soluciones habitacionales, de las cuales 4 mil son viviendas 100% subvencionadas, es decir completamente gratuitas. Pero fuimos más allá.
Entregamos créditos con tasa preferencial del 4,99% para 5600 familias. Y títulos de propiedad para 4800 familias más, que hoy disponen de un patrimonio para el futuro de sus hijos.
Y como es propio de mi gobierno, los más necesitados fueron los primeros beneficiados: mujeres trabajadoras; familias vulnerables, o aquellas que tienen personas con algún t ipo de discapacidad.
Ahí está, a la vista de todos, la vivienda de Jessenia Chá vez, e n el Plan Habitacional Valencia Agrícola, en la provincia de Los Ríos. Ella es una mujer de 32 años con discapacidad, que dedica su tiempo a motivar a personas con su mism a condición.

Y así seguiremos. Para el 2023, tenemos previsto entregar 20 mil soluciones habitacionales más.
¡No son proyectos! ¡Son viviendas que han cambiado vidas! Querido pueblo ecuatoriano:
Corregir las inequidades sociales es uno de nuestros objetivos. Por eso destinamos este año 15.276 millones de dólares para brindar salud integral, educación de calidad, así como diversas ayudas sociales.
Mi gobierno ha entregado 2.300 millones de dólares en 7 diferentes bonos a un millón y medio de niños, m adres, adultos mayores, personas con discapacidad y otros hermanos en situación de vulnerabilidad.
Pero claro, nuestro trabajo no solo se concentra en el sector social.
En dos años, hemos abierto el Ecuador al mundo.

Trabajamos para concretar acuerdos co merciales con alrededor de 10 países. Ya firmamos tratados con Costa Rica y el gigante asiático China, un mercado de 1400 millones de potenciales consumidores. Y en los próximos meses lo haremos con Corea del Sur.
El acuerdo con China podría significar aumento de 3 mil a 4 mil millones de dólares adicionales en exportaciones hasta el 2030.
Lo mejor es que 8 de cad a 10 empresas que exportan a China son micro, pequeñas o medianas empresas, lo cual significa más plazas de trabajo y más ingresos para miles de familias.
Este aumento de ventas al exterior significa que debemos producir más. Y una de nuestras mayores riqu ezas está en el campo.
Por eso impulsamos el sector agrícola, que es el sustento de casi tres millones de ecuatorianos. Más producción significa más ventas, mejores precios, y más ingresos para los hogares.

En el 2022 repartimos 105 mil paquetes tecnológi cos a pequeños y medianos productores, y 40 mil agricultores recibieron urea subvencionada para fertilizar sus cultivos.
Pusimos en marcha el Registro Nacional Agropecuario, a fin de conocer sobre los modos de producción y las necesidades de las zonas rurales. Solo así podremos mejorar el trabajo de los agricultores, y potenciar la agroexportación.

Conciudadanos todos:
Cada día de esta gestión ha estado enfocado en la generación de empleo. Desde el inicio de mi gobierno hasta abril del 2023, se generaron alrededor de 500 mil empleos.
Pero además, cumplimos nuestra palabra de aumentar cada año 25 dólares al salario básico, q ue hoy es de 450 dólares mensuales.
Gracias a nuestras acciones, el desempleo se redujo de 6,3% a 3,2% hasta abril del 2023, el nivel más bajo de la historia reciente.
Estos logros han sido claves para que un millón 100 mil ecuatorianos salgan de la pobreza.


Asimismo, a través de BANECUADOR, hasta el 16 de mayo entregamos 959 millones de dólares en créditos, de los cuales 249 millones corresponden a los créditos del 1×30 a un total de 241.262 beneficiarios, en todo el país.
Ahí está Manuel Calvopiña, latacu ngueño que se dedica desde hace 30 años a la fabricación de muebles. Él obtuvo un préstamo de 5 mil dólares para comprar madera y un compresor. Su negocio ha crecido y él solo paga 40 dólares mensuales por el crédito.
Así mismo, por medio de la Corporación Financiera Nacional, entregamos 300 millones en créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas para que incrementen su producción y generen más trabajo.

También las alcaldías, prefecturas y juntas parroquiales han recibido nuestro apoyo, con créditos por 736 millones de dólares, de los cuales 100 millones son no reembolsables.
Son recursos para agua potable, alcantarillado, vialidad, vivienda, y otras obras que mejoran la vida de la población.
Pero eso no es todo:
Cumpliendo con los acuerdos de las mesas de diálogo, BanEcuador condonó las deudas de hasta 3 mil dólares. Esto significó 60 millones a favor de 26 mil familias.
Así no sólo apoyamos a los pequeños emprendedores para que cumplan sus sueños, sino que además financiamos a los gobiernos locales para que realicen obras históricamente postergadas, y que hoy ya son una realidad para su bienestar.
La naturaleza es nuestro mayor tesoro, y por eso la cuidamos tanto. Logramos el canje de deuda por conservación más grande en la historia de la humanidad:

1.600 millones de dólares de canje deuda a cambio de proteger la Reserva Marina de Galápagos y la Reserva Hermandad, que conforman 198.000 ki lómetros cuadrados de superficie, y garantizan la preservación al menos de 2.500 especies marinas.
Así mismo, hemos conseguido 400 millones de cooperación internacional, para al canzar las metas hacia la transición ecológica.
Hoy contamos con 11 nuevas áreas de protección hídrica, que incluyen bosques y páramos. Hasta mayo del 2021 había 54 mil hectáreas protegidas; ahora son 173 mil, más del triple.
Es motivo de alegría poder afi rmar que nuestro país se ha posicionado, en mi Gobierno, como líder regional y mundial en conservación.

Hoy, gracias a la renegociación de contratos petroleros, esta industria nacional ya no es botín de la corrupción. Y cada día trabajamos para que su pro ducción alcance los más exigentes estándares de cuidado ambiental.
La venta de petróleo nos da vitales recursos para salud, educación, vivienda, protección social, trabajo y seguridad.
En cuanto al servicio energético, hoy más ecuatorianos tienen acceso a la electricidad, lo que significa más productividad y más ingresos para las familias.
Al finalizar el 2022, el Ecuador tenía una cobertura del 97,3%, superando la media regional de l 95,9%.
En lo que respecta a minería, con apenas dos minas en producción, Mirador y Fruta del Norte, en el 2022 las exportaciones fueron por 2.775 millones de dólares, el cuarto rubro de exportaciones. Esto quiere decir el 32% más que el mismo período del 2021.


Y en el primer trimestre de este año, fueron 800 millones en exportaciones.
Apoyamos a la minería formal y responsable porque genera recursos para todos, dinamiza las economías locales y genera mucho empleo. A marzo de este año, la minería tenía 168 mil empleos directos e indirectos.
Esto tiene un efecto directo en recaudación tributaria. En el 2022, este sector pagó impuestos por 670 millones, 92% más que en el 2021.
Por supuesto, siempre combatiremos la minería ilegal, que es fuente de corrupción, evasión tributaria y hasta violencia.
Por eso reactivamos la Comisión Especial de Combate a la Minería Ilegal, declarando a esta actividad como una amenaza a la seguridad del Estado. Eso ha permitido a nuestras Fuerzas Armadas realizar constantes y exitosos operativos.
La conectividad es uno de los grandes desafíos de nuestros tiempos. Mi Gobierno ha reducido la brecha tecnológica, beneficiando a miles de estudiantes y ciudadanos con 6700 puntos w ifi gratuitos en escuelas, centros de salud, espacios e instituciones públicas.

59 parroquias rurales gozan ya de nueva infraestructura de servicio móvil avanzado, que conecta a 351 mil ciudadanos. Y alcanzamos 1600 localidades repotenciadas con tecnología 4G, en 186 cantones de 24 provincias, conectando así a 3 millones de personas.


¡Eso es democratizar las nuevas tecnologías!
Queridos amigos:
El Ecuador es un país privilegiado con maravillas naturales en sus cuatro regiones, y con ciudades llenas de hist oria, arte y cultura.
Por eso hemos impulsado tanto al turismo, una actividad que genera trabajo para alrededor de 600 mil ecuatorianos. Conscientes del tremendo potencial de este sector, hemos adoptado medidas que promueven su crecimiento.
Redujimos el I VA al 8% durante los feriados para estimular el consumo de turistas nacionales y extranjeros.
E liminamos el IVA en acomodación para foráneos, así como el Impuesto a la Salida de Divisas para aerolíneas extranjeras. Y desde este junio se reducirá la tasa Ec oDelta, que representaba un valor de 50 dólares para cada ecuatoriano que viajaba al extranjero. Esta medida abaratará considerablemente el precio de los boletos aéreos.


Creamos planes de crédito con facilidades de intereses y plazos para apoyar a los pequeños negocios turísticos, y r eestructuramos las deudas del sector con el SRI, IESS, BanEcuador y CFN. Con este respiro financiero, muchos negocios hoy son prósperos y crean empleo.
A diciembre del 2022, el Ecuador había recuperado el 85% de conectividad internacional, con 292 frecuencias en 25 rutas, lo cual se refleja en las cifras de visitantes.
En el 2021 hubo 590 mil llegadas, mientras que en el 2022 la cantidad subió a un millón 215 mil.

Algo que nos alegra mucho, es que todos los feriados del 2022 de jaron 482 millones de dólares por concepto de gastos de los turistas, la cifra más alta desde el 2015. Eso significó más ingresos para miles de familias ecuatorianas.
Asimismo, BanEcuador dispone de al menos 100 millones de dólares para este sector. Y 20 m illones en otro tipo de créditos, al 5% de interés y 10 años plazo, para dos mil establecimientos entre bares, hoteles, restaurantes, etc.


Seguimos apoyando a los artistas y creadores a través de nuestro emblemático Teatro del Barrio, que ya cuenta con 62 proyectos en 14 provincias del país.
Para este 2023, la meta es alcanzar 100 más en 50 cantones.
Niños, jóvenes y adultos han encontrado un hermoso espacio de recreación, intercambio comunitario, buena vecindad, alejados de la violencia y las drogas.
Con orgullo podemos decir que el Teatro del Barrio se ha convertido ya en una poderosa herramienta para fortalecer el tejido social.
Pero además, hemos apoyado con recursos a 400 proyectos de artes literarias, audiovisuales, musicales, escénicas e investigación patrimonial, que a su vez han generado empleo.
Ahí está Juan Carlos Alarcón, de la ciudad de Manta, que está llevando a cabo su Proyec to “Cine a orillas del mar”.


O Freddy González, de Jipijapa, que se benefició primero de 14 mil dólares y luego de 22 mil, para su proyecto de batucada Los Inocencios.
De igual manera, nuestro gobierno declaró al deporte como política de Estado, y puso en marcha el programa Hincha de Mi Barrio, único en la historia del Ecuador.
Hoy llegamos a 106 barrios y 6 centros de adolescentes infractores en 15 provincias.
A través de Hincha de Mi Barrio, niños y jóvenes aprenden valores, hábitos saludables, y disciplina.

El deporte es uno de los mejores caminos para promover la salud física y mental, la seguridad, la integración del barrio, e incluso el desarrollo económico.
Hemos destinado 45 millones de dólares para que 474 organizaciones deportivas provincia les, cantonales y barriales, para que ellas fomenten la actividad física y deportiva.
E invertiremos 70 millones para preparar a nuestros deportistas con miras a los Juegos Olímpicos de París en 2024.


Solo en el 2022 invertimos 14 millones para que nuestro s atletas participen en 280 torneos internacionales, en los que obtuvieron 1.367 medallas.
¡Nunca un gobierno ha apoyado tanto a los deportistas y a los artistas! No podemos construir una sociedad justa sin igualdad de oportunidades, derechos y obligaciones para ambos géneros.
Para generar oportunidades para las mujeres, necesitamos impulsar su inclusión social e independencia económica.
De forma inédita en la historia del país, creamos el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos. Y pusimos en marcha los Centros Violeta.
Estos son espacios con profesionales que brindan atención de trabajo social, sicología y asesoría jurídica a mujeres que han sufrido algún tipo de violencia, así como a sus hijos.


Además, impulsamos el Registro Único de Violencia, con el fin de focalizar los servicios de protección y prevenir los femicidios. Firmamos 26 convenios con organizaciones de la sociedad civil a través de casas de acogida y centros de atención integral.
Así apoyamos a las víctimas, con la protección necesaria para reconstruir sus vidas.

De igual manera, seguimos fortaleciendo la Secretaría de Gestión y Desarrollo de Pueblos y Nacionalidades Indígenas, con el fin de salvaguardar su patrimonio cultural y saberes ancestrales a través de proyectos de desarrollo integral.
Durante el 2022 apoyamos 56 proyectos en las 15 provincias con mayor presencia de nacionalidades, para garantizar de forma efectiva los derechos colectivos de los pueblos y nacional idades.
He dejado para el final un tema que hoy nos preocupa a todos: la seguridad ciudadana. Enfrentamos una etapa difícil, pero seguimos combatiendo férreamente a las mafias que quieren destruir a la sociedad.
¡Y no bajaremos los brazos ni un solo momento!


El año pasado declaramos al narcotráfico como el principal enemigo del Ecuador, a la minería ilegal como una amenaza a la seguridad del Estado. Y el Consejo de Seguridad Nacional decidió declarar a ciertos actos delictivos como terrorismo.


Esta es una lucha que no solo compete al gobierno. Es un problema del Estado ecuatoriano y, como tal, demanda que todos actuemos en conjunto.
No podemos permitir que el crimen organizado pretenda dominar al Ecuador con la complicidad de políticos traidores a la patria o de malos servidores judiciales.


Nuestro apoyo total a las fuerzas del orden, a la Policía Nacional y Fuerzas Armadas, cuyas capacidades cada día estamos fortaleciendo.
Permítanme graficar con cifras el trabajo que hemos hecho. Durante mi gobierno la Policía ha realizado más de dos millones de operativos de control y orden público. ¡Dos millones!


Eso significa en promedio 2730 operativos diarios.
Hemos desarticulado 3 mil organizaciones delictivas y decomisado 16 mil armas de fuego.
Hemos incautado, en dos años, la cifra récord de 420 toneladas de droga, cantidad histórica eq uivalente a cinco veces el promedio anual de lo decomisado en los últimos 15 años.

Peroel trabajo continúa.
Por eso estamos dotando a nuestros policías de más equipos, armas, municiones, chalecos antibalas, vehículos de patrullaje. Y también carros blindados que serán entregados a las Fuerzas Armadas para el combate al terrorismo
Avanzamos hacia nuestro objetivo de incorporar 30 mil policías para completarlos 80 mil efectivos hasta el 2025.
En el 2022 se incorporaron 1624; en junio graduaremos a 8.500; hasta diciembre se incorporarán 5 mil policías más.


Ahora contamos en el Gobierno con dos di stinguidos exmilitares, Paco Moncayo y Wagner Bravo, expertos en tácticas de acción y seguridad, listos a entregar toda su experiencia para combatir a la delincuencia organizada y sus acciones.
Las Fuerzas Armadas, por su parte, en forma paralela a su misión sagrada de vigilar nuestras fronteras aérea, marítima y terrestre, siguen colaborando con la Policía Nacional en el patrullaje de ciudades y carreteras.
Hoy la gente mira y siente más la presencia de los uniformados en todo el territorio nacional. E so brinda más seguridad a nuestras familias, a los negocios, a los lugares de diversión sana, a los espectáculos públicos.


Nada detendrá nuestro combate a las mafias del narcotráfico y del crimen organizado.
Lo hacemos por la seguridad de las familias ecuatorianas, y por el bienestar de miles de negocios que se sienten amenazados por extorsionadores.
El hampa no solo genera hechos de violencia, sino que afecta, además, el normal desarrollo de las actividades comerciales.
Por eso nuestras fuerzas del ord en tienen la disposición de enfrentarlas con toda la dureza que la ley les autoriza.
Siempre mi respaldo y gratitud, en nombre del Ecuador, a los queridos policías y militares que nos protegen de la delincuencia, inclusive arriesgando sus propiasvidas. ¡Todo el país está junto a ustedes!

Finalmente:
Quiero decirles que con voluntad, decisión y amor por el país cualquiera puede construir carreteras, puentes, hospitales, o colegios.
Pero no todos pueden luchar con firmeza en contra de la corrupción, com o ha hecho este gobierno en todo sentido, a toda hora y en todo lugar.
La corrupción es un monstruo cuyos tentáculos van abrazando a la sociedad si no se toman las medidas correctas y oportunas, tanto en el sector público como en el privado.
Como he dicho muchas veces, la corrupción corroe a la estructura del Estado y pone en riesgo a la misma democracia.


¡Por eso la hemos combatido cada día!
Por eso pudimos recuperar 340 millones de dólares que se robaron del seguro social de la Policía. Por eso ordené la liquidación de Seguros Sucre, y terminé una estafa de 200 millones de dólares que sufría el Estado cada año.
Por eso me atreví a renegociar los contratos petroleros con China, y as í romper una cadena de corrupción que le afectaba al país con cientos de millones de dólares, que iban a parar a manos corruptas.


Pero corrupción también es intentar hacer pactos de impunidad; también es cobrar el sueldo sin trabajar o hacerlo mal; también es boicotear deliberadamente el desarrollo nacional; corrupción también es torcer la verdad e intentar engañar al pueblo ecuatoriano.
Este gobierno ha combatido a la corrupción en todo momento, desde el primer día. No solo queremos un Ecuador próspero y de bienestar, sino también libre de corrupción e impunidad.
¡Por eso me han atacado! ¡Y ahora todo el Ecuador lo sabe!

Ecuatorianos:

Antesde concluir, quiero agradecer al Vicepresidente de la República, doctor Alfredo Borrero Vega, por su inquebrantable respaldo a lo largo de estos últimos mes es de amenazas y presiones. Nadie se atrevió jamás a cuestionar tu lealtad, querido Alfredo, y el Ecuador entero así lo valorará para siempre.
Este agradecimiento lo hago extensivo a cada uno de los miembros de mi Gabinete, que nunca bajaron su ritmo de tr abajo a pesar de la incertidumbre y ataques. Lamentablemente, en demasiadas ocasiones las noticias negativas acaparan los grandes titulares, y a veces eso hace que su esfuerzo cotidiano y constante pierda todo el protagonismo que legítimamente merece. Pero hoy estamos aquí para reconocer y felicitar todo el trabajo que han hecho. Muchas gracias a todos.


Amigos:
Yo no hablo sin antes poner en práctica aquello que predico.
Mis más recientes decisiones han demostrado que estoy verdaderamente dispuesto a desprenderme del poder, más aún si se trata de proteger la democracia en el Ecuador.
No hay prueba más clara de ello que las elecciones que están por convocarse.
En esta fec ha patriótica, este 24 de mayo en el que celebramos nuestra independencia, exhorto a los demócratas de nuestro país a reflexionar sobre el futuro y la necesidad de llegar a consensos mínimos.
El diálogo es la mejor herramienta de la democracia. El país re quiere que todos los actores políticos y sociales nos sentemos a definir las mejores estrategias para resolver problemas complejos como la pobreza y la delincuencia.


Necesitamos de proyectos nacionales y objetivos comunes que encaminen al país hacia un mis mo horizonte. Por los más pobres, por los más vulnerables, por los humildes, por todos aquellos que confían en que sus líderes trabajarán por ellos y por su futuro, es tiempo de concretar un acuerdo llamado Ecuador.


Muchas gracias, y que Dios bendiga al Ecuador.

GUILLERMO LASSO MENDOZA
Presidente Constitucional de la República del Ecuador

Discurso de Guillermo Lasso sobre la muerte cruzada

Este miércoles 17 de mayo, el presidente Guillermo Lasso indicó en cadena nacional que firmó el decreto ejecutivo 741 con el que disuelve la Asamblea Nacional. Ecuatorianos, ecuatorianas. El Ecuador tiene la necesidad de un nuevo pacto político y social que le permita salir de la grave crisis política en la que se encuentra y […]

Este miércoles 17 de mayo, el presidente Guillermo Lasso indicó en cadena nacional que firmó el decreto ejecutivo 741 con el que disuelve la Asamblea Nacional.

Ecuatorianos, ecuatorianas. El Ecuador tiene la necesidad de un nuevo pacto político y social que le permita salir de la grave crisis política en la que se encuentra y que, lamentablemente, cada día se profundiza. 

Debemos avanzar hacia una solución que ofrezca esperanza a las familias ecuatorianas un porvenir de bienestar y tranquilidad, una solución que, además, responda la aspiración mayoritaria y de poner fin a una confrontación irracional e inútil.

La confianza que me dieron con su voto, la asumí con humildad, convencido de que ser Presidente de la República es un honor sin comparación y es la mayor oportunidad de servicio a la que puede aspirar un ciudadano.

Desde el primer día de mi Gobierno he ejercido con responsabilidad el poder que me confirieron, entendiendo sus derechos, como los fines y límites que todo mandatario debe cumplir, ese mandato implica tomar las decisiones adecuadas y necesarias que cada momento histórico demanda.

Hoy es un día que tengo la obligación de dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado al Ecuador.

Escuchando a ustedes, los mandantes, a los ciudadanos que son los reales depositarios del poder. 

Ciudadanas, ciudadanos, ante ustedes comparezco para decirles que no es posible avanzar. Resolver los problemas de las familias ecuatorianas y enfrentar los profundos desafíos a los que nos somete la inseguridad y terrorismo, con una Asamblea que tiene como proyecto político la desestabilización del gobierno, de la democracia y del Estado. 

Desde el inicio de mi gestión, en cuatro ocasiones un sector de la política nacional ha intentado deponer al gobierno democráticamente elegido. 

En junio de 2022, cuando recién el país salía del encierro que provocó la pandemia por el covid-19, sectores violentos paralizaron el Ecuador durante 18 días. Esta paralización fue el pretexto para que la oposición en la Asamblea Nacional intentara la destitución del Presidente de la República bajo el argumento de conmoción interna.

La protesta violenta y la Asamblea se juntaron para poner en jaque la democracia ecuatoriana, millones de dólares en pérdida para la economía y una grave herida a la insitucionalidad.

Como no les alcanzaron los votos para destituirme, pidieron al CNE que les entregara los formularios para recoger firmas porque, al entender de estos sectores políticos, yo no había cumplido con mi plan de gobierno con el que gané las elecciones presidenciales. 

Resulta inaceptable que se pretenda que un gobierno cumpla con su agenda de desarrollo planificada para cuatro años en apenas 12 meses. Este proyecto desestabilizador subió de nivel con el bloqueo de las iniciativas legislativas presentadas por el Ejecutivo. 

Las propuestas para impulsar las oportunidades, para atraer inversión internacional y para garantizar la educación superior de miles de jóvenes ecuatorianos están archivadas. 

Otros proyectos, como la ley de recursos hídricos, han sido relegados de la agenda legislativa, en cambio, propuestas que dieron trámite como la Ley del uso progresivo de la fuerza tienen absurdo como la norma que obliga a la Policía a esperar que le disparen primero, en lugar de repeler de forma inmediata una amenaza que podría salvar una vida, de un ciudadano o la suya propia. 

Todos los esfuerzos del poder Legislativo están enfocados en desestabilizar al Gobierno con un juicio político infundado. 

Ahora mismo, promueven un supuesto delito de peculado por omisión que no existe en nuestra legislación, con la que quieren asegurar que soy responsable político por no haber actuado frente a un presunto caso de corrupción en la empresa petrolera Flopec. 

Se trata de un contrato de 2018, tres años antes de que asumiera la Presidencia. Un proceso sin pruebas, contradictorio, confuso, ilegal e ilegítimo. Es el mecanismo para destituir al Presidente.

Han cambiado de acusación varias veces, han violado el dictamen de la Corte Constitucional, han violentado la Ley orgánica de la función Legislativa. Lo que sea para alcanzar su objetivo. 

No se trata de la verdad o de luchar por la supuesta corrupción, o de defender los intereses del pueblo. De lo que se trata es de tomarse la Presidencia de la república en su camino por usurpar todos los poderes del Estado. 

En eso son expertos, el control total, viene acompañado de autoritarismo, persecución y corrupción. Los acusadores se han obsesionado con acabar mi gobierno, impulsados por un sobrehumano rencor; sin embargo, han sido incapaces de encontrar prueba alguna en mi contra porque no hay nada que encontrar, absolutamente nada. 

Yo admito errores en mi gestión, pero soy un demócrata y he procurado que las soluciones sean siempre constitucionales y legales. Me he esforzado para que el diálogo político sea la herramienta que garantice gobernabilidad y estabilidad, que permita a cada poder del Estado cumplir con sus atribuciones y responsabilidades.

Pero el ataque a la gestión de este Gobierno no tiene límites, los ministros del Interior, Defensa, Salud, Inclusión Social, entre otros, han recibido más de 3 000 pedidos de información y han sido llamados a comparecer en más de 300 ocasiones en dos años de gobierno. 

Hay ministros que han tenido en un solo día hasta cinco comparecencias. Han activado 14 juicios políticos para generar inestabilidad en el Gabinete y para entorpecer el trabajo del Gobierno. 

Es inaceptable que gran parte del tiempo de los ministros y sus equipos estén destinados a resistir al acoso político de la Asamblea Nacional, en lugar de gestionar la solución de los problemas de las familias ecuatorianas. Esto no es fiscalización. 

Es una constante obstrucción que ha generado una grave crisis política y conmoción interna que se refleja en la casi nula confianza de la sociedad ecuatoriana en la Asamblea Nacional.

Para dar una salida constitucional al Ecuador, he decidido aplicar el artículo 148 de la Constitución de la República que me otorga la facultad de disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política nacional y conmoción interna, para lo cual he firmado el decreto ejecutivo N. 741. 

Además, he solicitado al CNE la convocatoria inmediata a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos períodos. Esta es una discusión democrática. No solo porque es constitucional sino porque le devuelve al pueblo ecuatoriano, a ustedes, el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones. 

Esta es la mejor decisión posible, que nos abre el camino a recuperar la esperanza, la tranquilidad y permitirá al Gobierno centrar todos sus esfuerzos en atender las necesidades de las familias ecuatorianas. 

A partir de hoy, sin bloqueos, el Gobierno Nacional expedirá una serie de decretos de ley que cumplirá con el mandato soberanamente expresado por ustedes. 

He firmado el primer decreto Ley de Urgencia Económica para reducir impuestos, fortalecer la economía de 460 000 familias ecuatorianas y que significa que cerca 200 millones de dólares regresen a sus hogares, este decreto ley será remitido a la Corte Constitucional para su dictamen. 

El Ecuador no se detiene, los servicios públicos atenderán con normalidad; las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional continúan garantizando seguridad con su labor diaria de enfrentar a la delincuencia y al terrorismo. 

El sector privado tiene todas las garantías para desarrollar sus actividades y seguir contribuyendo al crecimiento y desarrollo del país. 

Este es un nuevo momento para el optimismo, construyamos juntos un futuro mejor para el Ecuador.

Por último, invocando una vez más las palabras del presidente Jaime Roldós, termino este mensaje: Mi poder, en la Constitución y mi corazón, en el pueblo ecuatoriano. 

Que Dios nos bendiga a todos. Muchas gracias”


Este contenido ha sido publicado originalmente por EL COMERCIO. https://www.elcomercio.com/actualidad/politica/este-discurso-guillermo-lasso-sobre-muerte-cruzada.html

Discurso en el juicio político en su contra en la Asamblea del Ecuador

Al mediodía de este martes 16 de mayo de 2023, el presidente Guillermo Lasso se enfrenta a un juicio político ante la Asamblea Nacional por el presunto delito de peculado. “Señores legisladores.Ante todo, querido pueblo ecuatoriano. Quisiera iniciar extendiendo mi reconocimiento a los asambleístas interpelantes, así como a todos aquellos que con tanto brío se […]

Al mediodía de este martes 16 de mayo de 2023, el presidente Guillermo Lasso se enfrenta a un juicio político ante la Asamblea Nacional por el presunto delito de peculado.

“Señores legisladores.
Ante todo, querido pueblo ecuatoriano.

Quisiera iniciar extendiendo mi reconocimiento a los asambleístas interpelantes, así como a todos aquellos que con tanto brío se han dedicado a este infundado proceso.

Quiero reconocerles profundamente porque han hecho gala de una inventiva sin parangón en la historia de la República.

Han estirado los límites de la imaginación humana. Han creado una situación ficticia que no resuelve los problemas del pueblo ni de nadie.

Quiero agradecerles por haber creado la mayor prueba de templanza para los demócratas de este país.

Porque mientras más absurda sea su acusación; mientras más ocurrida y pintoresca, mayor será la oportunidad de desplegar el talante democrático que este país verdaderamente necesita.

Quiero reconocer la oportunidad que me brindan para venir aquí a hacer algo que a lo largo de todo este proceso nunca se hizo.

Y eso es ejercer, a través de mi presencia, la reverencia que exigen nuestras leyes e instituciones.

La verdad es que lamento mucho que, del frágil castillo de naipes que construyeron, no les quedó más que conformarse con la carta más débil: la relacionada a Flopec.

Admito que ha sido instructivo ver cómo se las ingeniaban para tratar de armar una trama medianamente verosímil con hechos que ocurrieron en el año 2018, cuando este gobierno ni siquiera existía.

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Se les olvidó que tanto el contrato, la adenda, como el informe de Contraloría fueron sobre un proceso que transcurrió entre 2018 y 2020, tres años antes de que yo asumiera la Presidencia de la República.

Ese informe de contraloría hizo trece recomendaciones sobre el contrato que, insisto, fue firmado en el gobierno anterior. ¿y qué creen? Las trece fueron adoptadas en el periodo de mi gobierno al pie de la letra.

Y a propósito, no sólo que la contraloría jamás recomendó terminar el contrato con Amazonas Tanker. Fue también una distinguida interpelante quien, a través de un informe de la comisión que preside, recomendó que se le dé continuidad.

De igual manera, la controlaría nunca estableció ningún tipo de indicios de responsabilidad penal contra ningún funcionario.

Y así, muy fácilmente, la florida ficción que han montado va cediendo paso a la sobria e ineludible realidad.

Así que permítanme que aquí haga una pausa para recapitular.

Hasta ahora ha quedado claro que ni hubo firma de contrato en mi gobierno; que tampoco hubo informe de contraloría recomendando terminar dicho contrato; y que mucho menos hubo determinación de indicios de responsabilidad penal.

Todo esto debería ser más que suficiente prueba de descargo.

Pero vayamos aún más allá.

Pues resulta que los distinguidos interpelantes tampoco se enteraron que las empresas públicas son entidades autónomas. Y que el presidente no tiene injerencia ni interviene en la firma de contratos, ni en negociaciones de ningún tipo. Que no soy yo, sino el artículo 7 de la Ley Orgánica de Empresas Públicas el que dispone que el directorio de dichas empresas sea dirigido por el presidente de la empresa coordinadora de empresas públicas.

Y escuchen esto porque les resultará más interesante aún: la conformación de este directorio está establecida en el

2

Decreto 1051, del 14 de mayo de 2020. ¿Esto qué quiere decir? Que aquellas famosas reglas con las que se me acusaba de haber creado una especie de poder omnímodo, apocalíptico, en EMCO… Pues resulta que ni siquiera las puse yo.

Queda absolutamente claro que no modifiqué ningún decreto ni ninguna ley. Pero esto sí les digo: si algún funcionario violentó las normas que debía cumplir, o si usó su cargo para favorecerse a sí mismo o a terceros, no sólo espero que el sistema de justicia lo sentencie con la pena más dura, sino que su alma jamás conozca perdón de dios.

Y es por eso mismo, como si fuera necesario despejar cualquier duda, que el 23 de marzo de 2022 – hace ya más de un año – envié todo el expediente sobre flopec y amazonas tanker a la fiscalía general del estado.

Pero claro, los interpelantes no quieren ver esto. Y así ponen en evidencia su perverso sesgo.

Pues todo aquello que yo sí hice no lo pueden reconocer, mientras que aquello que yo no hice me lo quieren endilgar.

Es insólito. Pretenden hallarme culpable de aquello que yo mismo he denunciado.

Y como si todo esto fuera poco, como si esto no bastara, el testigo estrella de los acusadores, aquel que iba a entregar las supuestas pruebas de una injerencia que jamás existió… Pues ni siquiera se presentó ante la comisión de fiscalización.

Así que, una vez más, recapitulemos:

No hay contrato ni adenda firmados en mi Gobierno.
No hay recomendaciones de contraloría para terminar Dicho contrato.

No hubo determinación de indicios de responsabilidad Penal en ningún funcionario.

Las reglas no las puse yo.
Yo mismo puse en conocimiento de la fiscalía el expediente
De flopec. Y, por último:

No hay testigos relevantes de nada.
3

Es por eso mismo que no hay un informe acusador, sino todo lo contrario. De hecho, aquí tengo en mis manos, para conocimiento de todos ustedes, el informe de la Comisión de Fiscalización de esta Asamblea que recomienda no enjuiciar al Presidente de la República. Lo exhibo aquí para que el país lo conozca y mis acusadores al menos lo vean de lejos, pues parece que no han tenido la energía ni para leerlo ni socializarlo, como mandaría la decencia y el sentido común.

El informe concluye lo que ya todos sabemos: que no hay pruebas ni testimonios relevantes. Más bien, lo único que hay son informaciones que comprueban mi total, evidente, e incuestionable inocencia.

Es por esto que quiero agradecer una vez más la oportunidad que este juicio me brinda.

Y aquí quiero que la ciudadanía preste especial atención y reflexione sobre lo siguiente:

Si estos acusadores, que tan obsesionados han estado por acabar con este gobierno; estos acusadores que han querido tomarse el poder hasta por cuatro ocasiones en dos años; estos acusadores que han sido impulsados por un sobrehumano rencor; si ellos jamás fueron capaces de encontrar nada, entonces sólo se puede concluir que no hay nada que encontrar.

Absolutamente nada.

El mismo rencor que me profesan es la más grande prueba de mi inocencia.

  1. Cuestionamiento al sentido moral y político del juicio Pero ojo, mucho ojo.

Retornemos a la parte de las pruebas. Pues la realidad es que no estoy diciendo nada particularmente nuevo.

Tanto ilustres abogados como lúcidos observadores del acontecer nacional han explicado todo esto de manera aún más clara que yo.

4

Y es que aquí viene lo más interesante y alarmante de todo.

Pues en el fondo, ya casi sin esconderlo, son los mismos proponentes de este juicio quienes reconocen que no tienen nada.

De manera casi explícita admiten que nada de esto les importa.

Cada vez que las pruebas de mi inocencia se vuelven así de evidentes, y los argumentos así de irrefutables, los acusadores terminan recurriendo a la más manoseada y trillada falacia que se ha esgrimido en un proceso en el que el manoseo ha sido la norma.

Vamos, no me hagan decirla. Que ya sé que la están pensando. Ya puedo ver que la están invocando en los rostros de algunos de los proponentes.

¿Cómo es que dice? Se trata del ya clásico “esto es político.” Cuando todo lo demás falla, siempre se puede recurrir a esta confiable falacia multiuso.

Es que aplica para todo:

“Pero si el contrato es de 2018”. No importa, que esto es político.

“Pero si no hay testigos ni informe”. Vamos, que esto es político.

“Pero si se está violando un pequeñísimo detalle como el debido proceso”. Por favor, que la ley no tiene por qué ser un impedimento para algo que es político, ¿no?

¿No es cierto, señores proponentes?

Y es que esto puede seguir hasta el infinito.

Los proponentes de este juicio parecen ser los únicos acusadores exentos de probar la culpabilidad del acusado.

5

Son los únicos que no se van a dejar intimidar por algo que sólo el resto de mortales ingenuos respetamos. Me refiero a la ley.

Los únicos que no se sienten obligados a acatar los dictámenes de otras entidades, como la corte constitucional.

Así que mucha atención. Y aquí quiero que quede claro que estoy hablando exclusivamente a mis acusadores, y no al resto de asambleístas aquí presentes, que éticamente han empezado a distanciarse ya de la sinrazón.

Hoy yo estoy aquí en este estrado ejerciendo mi defensa y respetando su rol fiscalizador.

Pero también he venido aquí para decirle lo siguiente a mis acusadores. Yo los acuso a ustedes.

Yo los acuso de haber abandonado su rol de legisladores.

Ustedes ahora son los anti-legisladores de esta República. Porque ustedes no crean leyes, sino que las destruyen.

Ustedes no afianzan nuestras normas, sino que las debilitan, las desgarran, las ultrajan.

Ustedes no piensan en cómo crear reglas de convivencia, sino en cómo romperlas para su propia conveniencia.

Yo los acuso porque jamás, a lo largo de este juicio, intentaron acercarse a la verdad, sino meramente al poder.

Yo los acuso de intentar destruir la credibilidad no de esta presidencia, sino de la democracia misma.

Yo los acuso de distorsionar el verdadero sentido de lo político – que debería entenderse como el servicio al ciudadano – hasta convertirlo en depósito de las más bajas y negativas pasiones.

Yo los acuso de haber renunciado a lo que debería ser el objetivo principal de este hemiciclo, que es la búsqueda incesante del bienestar de la ciudadanía.

6

Los acuso de pretender inclinar la balanza de la justicia ante el inescrupuloso peso de unos cuantos votos.

Porque de eso se trata todo esto.

Y ahora quiero dirigirme a aquellos valientes asambleístas que en las últimas semanas han tenido la prudencia de alejarse de estériles posiciones extremas.

¿Es que acaso vamos a permitir que la verdad sea algo relativo?

¿Acaso vamos a permitir que un juicio infundado sea el legado de esta legislatura?

Al contrario de lo que mis interpelantes falazmente sostienen, ustedes saben muy bien que es precisamente la condición de político lo que exige de este juicio el máximo rigor y apego a las normas.

Precisamente porque es político, debe ser legal.

Precisamente porque es político, debe ser justo. Debe ser correcto. Debe ser honorable. Debe ceñirse a los más puros cánones de lo legítimo y lo verdadero.

Lo político jamás puede ser justificación para una ilegalidad.

Sostener eso es una auténtica locura propia de adictos al poder que ya han abjurado de lo que significa servir.

Si cedemos ante esa primitiva noción, entonces estaremos aceptando que nuestro país se convierta en territorio salvaje.

Precisamente porque el juicio es político, aquí debe primar la voluntad de sostener lo correcto por encima de lo conveniente; de lo duradero por encima de lo coyuntural; del bien por encima del mal; la verdad sobre la mentira.

Lo que la patria espera de cada asambleísta es que vote siguiendo los dictámenes de su sentimiento y conciencia de país, y no mezquinos intereses sectarios.

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Por eso me da gusto ver a muchos asambleístas conscientes de que lo que está verdaderamente en debate aquí es una causa nacional.

Que esto no se trata de la simpatía o antipatía que tengamos hacia un Presidente, sino de cuánto amor sintamos por nuestro país.

Que esto no se trata de si se salva o no una presidencia – porque eso también es temporal – sino de preservar el funcionamiento de nuestra democracia.

Que lo que está en juego no es meramente la viabilidad de un gobierno, sino del Ecuador como Estado.

Que aquí nos estamos jugando el alma de nuestra democracia, con sus reglas de conducta e instituciones.

Y cada voto que sirva para decirle no a este asalto institucional, será un voto para salvar esa alma.

Es por ello que quiero invitar a todos aquellos asambleístas patriotas a darle la vuelta a la narrativa que han querido instalar en este juicio.

¿Qué tal si dejamos de pensar en lo político como una burda actividad en la que cualquier cosa vale?

¿Qué tal si más bien empezamos a concebir lo político como lo que realmente debe ser?

Como el auténtico servicio al prójimo por encima de los intereses individuales.

Como la búsqueda constante de la unidad por encima de la división.

Sé que aún estamos a tiempo para ello.

  1. La verdadera estabilidad

Señores asambleístas:

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Algunos de mis acusadores creen en una especie de lógica invertida.

Ésta consiste en crear problemas para luego declararse los únicos capaces de resolverlos.

Es una interesantísima paradoja: siembran inestabilidad para luego decirnos que sólo ellos son la respuesta a esa misma inestabilidad.

Pretenden conseguir apoyo ciudadano ofreciendo la misma tranquilidad que ellos nos quitan.

Como si fueran ellos la exclusiva garantía de una paz a punta de amenazas, se venden como los únicos capaces de crear estabilidad en el ecuador.

Y así quieren convencernos de que este juicio es necesario. Pero esa es otra falacia más.

Hablemos, pues, de quién ha aportado verdadera estabilidad a este país.

Así quedará claro de una vez por todas quiénes boicotean mientras otros trabajamos.

Estabilidad, señoras y señores, es vacunar a 9 millones de ecuatorianos en 100 días.

Estabilidad es estar entre los primeros países de américa en levantar completamente las medidas de restricción sanitaria.

Estabilidad es proteger la dolarización que tanta seguridad brinda a los hogares.

Estabilidad es salvar las finanzas públicas del inminente colapso al que se dirigían cuando iniciamos nuestra gestión.

Estabilidad es aumentar el salario básico cada año en USD 25. Ya van USD 50 de incremento, y este año lo subiremos USD 25 más, en cumplimiento de mi compromiso adquirido con los trabajadores del país.

9

Estabilidad es la constante entrega de ya casi USD 250 millones en créditos de las oportunidades para decenas de miles de emprendedores ecuatorianos, la mayoría de ellos mujeres. El crédito más barato del mundo, aquí mismo en el ecuador.

Estabilidad es mantener la inflación proyectada más baja de américa del sur en este año 2023.

Estabilidad es crecimiento económico entre los más altos del continente.

Estabilidad es la recuperación de la confianza económica, reflejada en el aumento de ventas hasta los USD 226 mil millones de dólares, 13% por encima del año 2021.

Estabilidad es la constante creación del empleo, que ya alcanza cerca de 500 000nuevas plazas de trabajo.

Estabilidad es acometer la agenda comercial más amplia en la historia económica del país, mediante la cual llevaremos productos ecuatorianos a las economías más dinámicas del planeta, como China y Corea del Sur en Asia, así como a costa rica en nuestro continente.

Estabilidad es profundizar la política ambiental más exitosa de la historia ecuatoriana, reconocida así en todo el mundo, menos por nuestros honorables acusadores. Es no sólo continuar cuidando de las especies marinas de nuestro adorado archipiélago de galápagos, sino además reducir en USD 1 100 millones la deuda externa que gobiernos anteriores contrajeron.

Todo esto es estabilidad. Y es obra de este gobierno, cimentada con duro trabajo a pesar de los constantes intentos de sabotaje institucional, como el que hoy nos congrega aquí.

Estabilidad es seguir ampliando los programas contra la desnutrición infantil, que este gobierno – al que tanto acusan de “malévolo neoliberal”- inauguró antes que cualquier otro. Es continuar llevando a decenas de miles de niños el bono de los mil días, que les garantiza una alimentación y desarrollo óptimo desde que están en el mismo vientre de la madre.

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Estabilidad es el proyecto impulso violeta, a través del cual cerca de 40 000 mujeres, libres de violencia, ya se benefician de actividades de capacitación, talleres y créditos al 1%.

Estabilidad es continuar entregando vivienda subsidiada al 100% a 4 000 familias ecuatorianas, en especial a quienes más la necesitan. Es entregar créditos de vivienda con tasa preferencial del 4,99% a otras 5 000 familias.

Estabilidad es invertir masivamente en salud, donde la inversión de este año representa un 20% adicional con respecto al anterior. Son nuevos fondos que serán destinados al abastecimiento de medicinas, compra de ambulancias, así como a la readecuación de centros de salud. Es continuar cumpliendo objetivos como la inauguración de los hospitales en Durán, Bahía, Manta y Pedernales – que lo entregaremos en junio – y centros de salud en Machala.

Estabilidad es la entrega imparable de unidades educativas, como las 16 ubicadas en Quevedo, Guaranda, Pedro Moncayo, Cayambe, Quito, Ventanas, Guayaquil, Palenque, Playas. Es la contratación de 3200 nuevos docentes y 1 000 nuevos psicólogos para fortalecer el sistema de educación básica en el Ecuador.

¿Que esto no es suficiente? Nadie ha dicho que lo sea. Nadie ha dicho que los desafíos un buen día se detienen. Siempre habrá problemas y necesidades nuevas que resolver.

Y por eso mismo, la verdadera interrogante que hoy se debería contestar es si estando aquí, en juicios infundados, se solucionan los problemas de la gente.

¿qué tiene que ver toda esta absurda trama de flopec con lo que verdaderamente importa a la gente?

Estos meses perdidos en peleas improductiv as, investigaciones despistadas, y acusaciones infundadas, ¿en qué sentido mejoran las vidas de los ciudadanos?

Está claro que enfrentamos un grave problema de seguridad.

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Pero justamente por eso resulta difícil de creer que estemos aquí, en un inútil conflicto político, cuando la única pelea que deberíamos librar es la que está más allá de estas paredes, donde nuestros conciudadanos de verdad nos necesitan.

¿Acaso lo más sensato no sería apoyar al gobierno en una lucha que requiere de la máxima unidad?

O quizás sea mucho pedir que nuestros interpelantes celebren la incorporación de 13 500 nuevos policías hasta diciembre del presente año, 8 500 de ellos ahora en junio.

Quizás sea demasiado pedir que sean bien recibidos los 6 000 fusiles, cascos, chalecos, así como los primeros 53 blindados de un total de 136 adquiridos que serán entregados a las fuerzas armadas para el combate al terrorismo.

Quizás sea demasiado esperar que nuestros interpelantes complementen – con acciones desde esta cámara – la construcción que en los siguientes meses se hará de decenas de unidades de policía comunitaria a lo largo de todo el país; así como de nuevas unidades de vigilancia ciudadana para que la policía trabaje mejor equipada y más cercana a la comunidad.

¿Acaso no deberían nuestros acusadores respaldar la planificación y seguimiento de todo este eje de seguridad que estará a cargo de dos experimentados y respetados militares que se han unido al equipo de gobierno, como los generales Paco Moncayo y Wagner Bravo?

¿No sería ese el mínimo de lealtad a la patria que se debería esperar?

Yo no quisiera creer en coincidencias.

No quisiera creer, como algunas voces ciudadanas sostienen, que hoy estoy aquí porque este gobierno es el primero en incautar más de 420 toneladas de droga en 2 años.

No quisiera creer que estoy aquí justamente porque he luchado frontalmente contra bandas, cuyas acciones, por primera vez en la historia, se han declarado como actos terroristas.

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No quisiera creer que estoy aquí porque el mío es el gobierno que ha desmantelado la corrupción que se llevaba los fondos del seguro de la policía.

O porque mi gobierno ordenó la liquidación de Seguros Sucre, que acabó con una estafa al Estado por más de 200 millones en primas al año.

O porque mi Gobierno se atrevió a renegociar los contratos petroleros, que significaban un costo adicional al país que iba a parar a manos corruptas.

No quisiera creer que todo lo alcanzado en esta lucha contra la verdadera corrupción tiene vasos comunicantes con este infundado proceso.

No quisiera creer que estoy aquí porque simplemente me rehusé a formar un pacto de impunidad.

Porque entonces ahí sí que cabría la pregunta: ¿esa es la supuesta estabilidad que nos quieren vender? ¿la estabilidad de la corrupción? ¿la estabilidad de la impunidad?

¿Será para eso que me quieren destituir los honorables interpelantes?

Respóndanle ustedes al país. La ciudadanía tiene derecho a saber.

  1. Cierre

Para concluir, señores asambleístas.

Me alegra ya ver en muchos de ustedes la sabiduría de no dejarse arrastrar por el camino fácil del caos.

Con claridad, muchos de ustedes ya han visto que se abre una bifurcación en el camino.

Esta Asamblea podría optar por seguir como ha venido los dos últimos años, especialmente los últimos meses desperdiciados.

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O puede recapacitar, extraer las lecciones de este malhadado proceso, y volcarse junto al gobierno para recuperar el tiempo perdido en un trabajo dedicado a favor de la ciudadanía.

Hagamos un examen de conciencia. Todos debemos rectificar, Gobierno y Asamblea. Pero ese cambio será mucho más profundo y eficaz si lo hacemos en unidad de propósitos, en el mismo sentido, motivados por las mismas energías y el mismo proyecto de país.

Depongamos nuestras legitimas diferencias para trabajar juntos en contra de las mafias que atentan contra la seguridad de todos y dividen a los ecuatorianos.

Todavía estamos a tiempo.

Eso sí: el primer paso en ese camino debe darse para salir de este infundado proceso.

Ese paso lo darán ustedes cuando se contesten una simplísima pregunta.

Es la cuestión que subyace a lo largo de este juicio, y que debe ser el único y exclusivo criterio de sus deliberaciones.

Y esa pregunta es: ¿se puede cometer una ilegalidad en nombre de “lo político”?

Esa interrogante la debe contestar cada uno de ustedes en sus conciencias.

Si ustedes consideran que en el fondo es cierto aquello de que “todo vale”, pues entonces toda esta pompa y protocolo no tienen sentido alguno.

Pero si nos atrevemos a darle la vuelta a los tópicos y las falacias; si tan sólo por unos instantes recordamos que en la vida no todo se vale; que en democracia no cualquier arbitrariedad es permitida; que hay unas leyes y principios patrios a los que debemos nuestra lealtad, entonces la respuesta es más que sencilla.

Ustedes simplemente no pueden permitir que se cometa una ilegalidad.

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Más bien es todo lo contrario: ustedes deben proteger, preservar, defender la legalidad democrática y luchar para levantar, sobre ella, una verdadera unidad de propósitos.

Ese es el deber sagrado de todos los aquí presentes.

Y si tan sólo reconocemos la obvia verdad de que la política jamás puede ser la destrucción de la institucionalidad democrática, sino que está llamada a ser la construcción de consensos ciudadanos, entonces la respuesta es más sencilla aún.

Y así, su voto a favor de la institucionalidad estará muy claro.
Su voto a favor de todo lo que es legal y verdadero estará más que dirimido.

Su voto a favor de la democracia estará decidido. Muchas gracias. Y que dios bendiga al Ecuador”.


Este contenido ha sido publicado originalmente por EL COMERCIO. https://www.elcomercio.com/actualidad/politica/discurso-guillermo-lasso-juicio-politico-asamblea-ecuador.html

Discurso de posesión ante la Asamblea Nacional

Un saludo al gabinete y a los amigos que hoy me acompañan; un saludo al pueblo ecuatoriano en este glorioso día. Señoras y señores:Hoy estamos 24 de mayo de 2021. Exactamente a un año del bicentenario de la batalla del Pichincha, la última de varias gestas que consagraron la independencia de nuestra nación, y que […]

Un saludo al gabinete y a los amigos que hoy me acompañan; un saludo al pueblo ecuatoriano en este glorioso día.


Señoras y señores:
Hoy estamos 24 de mayo de 2021. Exactamente a un año del bicentenario de la batalla del Pichincha, la última de varias gestas que consagraron la independencia de nuestra nación, y que dieron inicio a nuestro trayecto hacia la vida republicana. Es un día de rememoración, pero, sobre todo, es un día de renovación. Porque el gobierno que hoy nace tiene ante sí la responsabilidad de liderarnos hacia un nuevo siglo de republicanismo ecuatoriano.

Hoy debemos examinar si a lo largo de estos doscientos años hemos estado a la altura de los ideales republicanos que nos vieron nacer. Si hemos hecho honor a aquellos patriotas, que al morir en las faldas del Pichincha le dieron la vida a este país. Héroes que lucharon por ideas ilustradas como el imperio de la ley, la libertad individual y la hermandad entre seres humanos.

Yo pregunto: ¿el país que hoy recibimos responde a la grandeza de aquel sacrificio? Especialmente en los últimos años, ¿se ha gozado de libertad en el Ecuador? ¿Han imperado la ley y la independencia de
poderes? ¿Ha reinado la igualdad de oportunidades?

Los ecuatorianos me conocen como un hombre de acción. Saben que mido todo en función de los resultados que muestra la realidad.
Porque solo ésta revela si hemos tenido el coraje de poner en práctica aquella tarea que nos encargaron los fundadores de nuestro Estado.

Y la realidad dice claramente que no. No hemos estado a la altura.
Hoy recibimos un país con históricos niveles de desempleo. Un país que ha deslumbrado por su incapacidad para hacer frente a una pandemia brutal, pero que países en similares condiciones encararon de forma más ordenada, eficiente y –sobre todo– libres de corrupción.
Un país en donde los culpables engordan sus bolsillos, mientras los másinocentes –ecuatorianosrecién nacidos– nisiquiera pueden llenar sus estómagos. Donde los indicadores de desnutrición crónica infantil
están entre los más altos de la región.
Un país con lacerantes desigualdades entre el mundo rural y el urbano.
Un país que le ha fallado a su juventud en educación y en creación de oportunidades. Que mantiene en el más humillante olvido a sus jubilados. En donde ser mujer no es solo un factor de desventaja, sino
de peligro existencial.
Hoy, que estamos a las puertas de un nuevo centenario de vida republicana, yo los invito a preguntarse: ¿por qué? ¿Por qué vivimos esta realidad en Ecuador?

¿Por qué tenemos una tierra tan rica, pero ciudadanos tan pobres?
¿Por qué disponemos de recursos naturales tan abundantes, pero vivimos en medio de la escasez? ¿Por qué teniendo un suelo tan fértil, nuestra economía no produce bienestar para quienes más lo necesitan?
Las preguntas pueden ser miles. Pero la respuesta es solo una y siempre la misma, y es que: nuestros gobernantes nos han fallado.

Ellos no han sabido estar a la altura del sacrificio de nuestra gente, verdadero ejemplo de trabajo. Ni tampoco han sabido aprovechar los ingentes recursos que la naturaleza nos ha dado.
Nos han fallado, por la sencilla razón de que traicionaron a nuestros principios fundacionales. En medio de tanta rencilla y lucha intestina, cedieron a la peor de las debilidades políticas: la tentación autoritaria.
Se dedicaron al obsceno culto del caudillo, aquel “Mesías” que supuestamente todo lo sabe: lo que está bien y lo que está mal; lo que nos conviene y lo que nos perjudica. Un “iluminado” que actúa y piensa por todos, que tiene todas las preguntas y también todas las respuestas.
Nunca han podido aceptar que este país nació como una república democrática. Y que su destino es vivir para siempre como una república democrática. ¡Pero todo eso cambia este 24 de mayo!

En este gobierno que hoy nace, en este nuevo siglo de republicanismo, que estamos a punto de arrancar, termina la era de los caudillos. ¡Termina la era de los caudillos!
Hoy reivindicamos este día glorioso, e iniciamos la lucha para recuperar el alma democrática de nuestro país. Y eso empieza por las cosas más básicas –e incluso obvias– pero que estamos obligados a decir:
Comienza por no acumular más poder en la figura del presidente de la república. Porque la experiencia nos dice que quienes buscan todo el poder, luego terminan buscando clemencia por los crímenes que
ocurren cuando ese poder se les va de las manos.


Nosotros nos mantendremosfieles a los estrictos márgenes que dictan las leyes. Vamos a tener la humildad, pero sobre todo la fortaleza, para decir: ¡seré presidente y solo presidente!


No perseguiremos a nadie, no callaremos a nadie. Gobernaremos para todos. Esto significa no gobernar a favor de un sector privilegiado. Pero tampoco en contra de nadie, tengan la opinión que tengan, hagan la
crítica que hagan.


Alguien debe decir: ¡esto acaba aquí! Aun a sabiendas de los peligros políticos que conlleva. Aun sabiendo que otros estarían ya exhibiendo aquí, en este estrado, una macabra lista de enemigos y perseguidos del gobierno.
Alguien debe tener la valentía de asumir el riesgo y romper el ciclo vicioso. Y en este punto de la historia, ¡eso solo lo puede hacer este nuevo gobierno! Por lo tanto, que así sea.


¡Se acabó la persecución política en el Ecuador!
¡Yo no he venido a saciar el odio de pocos, sino he venido a saciar el hambre de muchos!
Seré el jefe democrático de un Estado democrático. Mi fuerza no nacerá de cuán alto alce la voz para gritar, sino de cuánto escucharé al pueblo antes de hablar.


Detrás de las ruinas del culto al caudillo, se empieza a construir una democracia que use el poder limitado por las leyes, para hacer más grandes los sueños de todos los ciudadanos.
Una democracia en donde nadie sea señalado como “vende patrias” o “enemigo de la patria”. Y cuyos únicos enemigos sean: la enfermedad, el analfabetismo, la desnutrición, la violencia de género. Ese es el
mandato del 11 de abril último.
Muchos me preguntan cómo logramos que aquel día se diera el gran cambio pacífico, que ha maravillado al continente y –me atrevo a decir también al mundo. La respuesta es muy sencilla. Lo que sucedió
fue la democracia en sí misma.
Luego de más de diez años de autoritarismo, de agresiones, de intentos por instaurar un régimen perpetuo, los ecuatorianos asimilamosla más grande lección democrática: que no hay democracia
sin participación de los ciudadanos.
Hoy, los ciudadanos queremos dar, queremos contribuir, sin pedir nada más que la esperanza de hacer un mejor país.
Queremos que nuestro voto signifique: un país más justo con las mujeres, un país más responsable con la naturaleza, un país más equitativo con los más necesitados.
Que todos los políticos de este país se acostumbren a que la política es esto: ¡un deseo fundamental de los ciudadanos, por contribuir al bien común, al bien colectivo!
Que esta democracia que hoy recobramos sea para siempre un torrente, donde la gente aglutine sus ideales, cada uno más admirable y valioso que el otro.
¡Y que –juntos– esos ideales sirvan para construir un país diverso, en donde todos tendremos cabida!

Así, más de catorce años después y a las puertas de un nuevo siglo de vida republicana, en Ecuador aprendimos que solo hay una respuesta posible ante el autoritarismo. Y esta es:
¡Democracia, democracia y más democracia!
Juntos todos, decidimos ahogar el mal en la abundancia del bien. Ese es el camino, ecuatorianos: ¡el camino correcto! Sabemos que no nos equivocamos, porque las democracias desarrolladas no se han
equivocado. Sus grandes avances en bienestar económico, en salud, en educación, demuestran que no se han equivocado.
Y por más grande que sea la presión para reemplazar nuestra aún débil institucionalidad con la violencia de los gritos, no nos desviaremos ni un milímetro del camino trazado. No cederemos, porque eso sería
hacer un daño mayor.
¡Aquel ciclo vicioso se acaba hoy. Y hoy se inicia el camino al Ecuador del encuentro! Nosotros llevamos el espíritu del encuentro en el nombre de nuestro país: Ecuador.
Somos tierra donde se unen hemisferios, regiones, climas y culturas.
Somos los herederos de un encuentro de civilizaciones, que cambió para siempre el curso de la humanidad. Somos depositarios de saberes ancestrales de esta tierra, y que en el tiempo se han fundido con las culturas que llegaron desde el Viejo Mundo buscando libertad.

Pero toda esa historia debe convertirse en un futuro más justo.
Ecuador debe significar también una promesa de equilibrio en la vida común; equilibrio entre las causas de su gente; equilibrio entre el crecimiento económico y la justicia social, dos piedras angulares que
serán las bases de un país próspero y equitativo.


Un país donde todos los niños puedan cultivar sus mentessin importar sus condiciones de origen. Donde los jóvenes tendrán libertad para reflexionar, y buscar la vocación que mejor desarrolle sus espíritus, sin
presiones, sin temor al fracaso. Donde la prosperidad material signifique también la limpieza de nuestro aire, la limpieza de nuestros bosques y la limpieza de nuestros mares.
Y es que el encuentro no es un concepto abstracto. Es, ante todo, la certeza de que las causas de este gobierno serán las causas de la gente, de los ciudadanos: de todas las mujeres, de los jóvenes, de los
trabajadores, de los obreros.

Que la voluntad del gobierno será la voluntad del pueblo, movido por los mismos objetivos y las mismas esperanzas.
Más que un sueño, serán acciones dirigidas por un Estado eficiente, para erradicar el hambre, la enfermedad, la falta de educación y el abandono.

Que no haya dudas: ¡nuestra intención no es minimizar el Estado, sino maximizar su capacidad para servir a los más pobres!
Hace poco más de cuarenta años, el presidente Jaime Roldós Aguilera ya nos exigía: “¡Agua quiere el pueblo, el pueblo quiere agua!”
El tiempo ha pasado, varios gobiernos han ido y venido. Pero los problemas permanecen.
El primer punto donde debemos encontrarnos es en nuestra ruralidad, donde nuestros hermanos del campo sufren aún más la escasez de servicios como agua potable y alcantarillado.


Hoy, al rememorar un año más de la prematura partida del presidente Roldós, hacemos nuestras sus palabras, retomamos su promesa: agua, agua para el pueblo. Y no solo agua, sino también infraestructura
esencial como: vialidad, alumbrado, escuelas y hospitales.
Otro punto de encuentro es reconocer que la lucha por la igualdad de género no es un problema solo de las mujeres. Es un problema nacional. ¡Un problema ecuatoriano, que debe ser abordado por el
gobierno ecuatoriano!


Cuando el desempleo afecta más a la mujer que al hombre. Cuando una mujer gana menos por el mismo trabajo que un hombre, se produce una inequidad que desgarra el tejido social, empezando por las familias. Y cuando una mujer ecuatoriana es agredida, las heridas las sufrimos todos. Nos convierte en un país menos libre, menos justo, y moralmente manchado.

¡Los derechos de las mujeres son derechos humanos y pondremos en marcha todas las políticas necesarias para garantizarlos!


Otro punto de encuentro esla erradicación del hambre, especialmente la desnutrición infantil. Es ésta –quizás– la peor de las desigualdades, porque sus consecuencias perduran en el tiempo, en los problemas de crecimiento que padecerán miles de niños que actualmente no reciben
alimentación adecuada.
La imperdonable inacción de hoy, nos está costando el mañana. Pero el momento llegó para actuar.
¡Este país de encuentro protegerá por igual a todos sus niños, nazcan donde nazcan!
El encuentro se construye también con la confianza que estamos generando en el mundo. Después de muchos años el planeta vuelve a poner los ojos en el Ecuador. Tan solo al producirse la noticia de
nuestra elección, el riesgo país se redujo en más de 500 puntos.


Aun antes de posesionarnos se concretó una de las primeras tareas de cualquier gobierno: crear una atmósfera positiva para el trabajo y el crecimiento. Pero esta renovada confianza debe comprometernos a
todos, especialmente a quienes dentro del Ecuador tienen la capacidad para emprender y crear empleo. Desde ya, los convocamos a iniciar -sin miedos- la reactivación económica.
¡Aquí está la oportunidad esperada! Demuestren que, sin acosos, sin persecuciones, están listos para poner sus recursos al servicio de la sociedad ecuatoriana. Y no el país al servicio de sus recursos.


¡Demuestren su compromiso nacional!
Parafraseando unas palabras del presidente Kennedy: Mientras como país no podamos ayudar a los pobres, este gobierno no podrá ayudar a los más ricos.
Hay otro punto de encuentro que durante demasiado tiempo ha sido eludido, y se encuentra más allá de nuestras fronteras. Las últimas dos décadas ha sido una época de maravillosos cambios tecnológicos en el mundo.


Atravesamos una fascinante era de invención que ha vuelto obsoletas varias nociones del pasado. Y mientras el mundo moderno se hacía más pequeño, avanzando en conectividad, en comercio y educación digital, en el Ecuador nos decían que debíamos encerrarnos, que debíamos hacer más difícil que nuestro talento salga a competir en el mundo.
Pero la realidad es que ningún país puede vivir aislado. Todos estamos conectados. De la misma forma que ningún ser humano puede vivirsin ser parte de una familia y de una sociedad, asimismo un país no puede darle la espalda a la familia de naciones que conforman el mundo.
¡El aislamiento, el encierro, solo conduce a la decadencia!


Como país, cubrimos un territorio relativamente pequeño. Pero el talento de nuestra gente es infinito.
¡Es hora de un liderazgo con una visión grande, grande, como las capacidades de sus ciudadanos!
¡Hoy el Ecuador declara que abre sus puertas al comercio mundial!
Buscaremos estar presentes en el menor tiempo posible en la Alianza del Pacífico, como un país socio de pleno derecho. Abriremos al Ecuador a tratados de libre comercio con nuestros más grandes aliados. Nos insertaremos plenamente en el mundo para buscar un comercio libre y justo.


¡Más Ecuador en el mundo y más mundo en Ecuador!
En el mundo habitan 7.400 millones de personas. Ahí está la gran oportunidad del Ecuador para vender el talento ecuatoriano, los productos ecuatorianos. Y ese mundo tiene un ahorro infinitamente mayor para invertir en Ecuador, de lo que podemos tener localmente.
¡Ahí está la gran oportunidad: el mundo!

Que el mundo sepa también que estamos comprometidos con los principales consensos internacionales para alcanzar el desarrollo sostenible.
En 2015 fue adoptada la Declaración “Transformar nuestro mundo: Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, acuerdo que coincide en que todas las personas necesitamos de: salud, educación, vivienda, empleo, energía, igualdad, paz y ecosistemas sanos para vivir dignamente. El principio es no dejar a nadie atrás, lo que pone a la inclusión de los ciudadanos como la prioridad de nuestras tareas.
Todos son objetivos que este gobierno comparte y activamente impulsará.


El desarrollo sostenible parte de la erradicación de la pobreza en todas sus formas, la lucha contra la desigualdad, la preservación del planeta, el crecimiento económico sostenido y el fomento de la inclusión social.
Debemos incluir a los marginados del progreso, a los más pobres de entre los pobres.
A lo largo de mis doce años de recorrido político por el Ecuador, he podido conocer a muchas mujeres. Algunas, madres adolescentes; otras, madres abandonadas por sus esposos, a cargo de dos, de tres hijos, viviendo con un dólar al día o jugando al bingo en lastardes, para ver si ganas y comes, pero la mayoría pierde y no come.

Yo me comprometí con una de ellas, me comprometí con Lorenza, a quien le dije: el día en que yo llegue al poder, tú estarás ahí, en mi corazón, en mi mente, en mi alma. ¡Y serán tú y todas las mujeres del Ecuador el símbolo de nuestra lucha! Pero no solo conozco a Lorenza. ¡Conozco a las mujeres del barrio Katia de Machala!; a aquellas mujeres del barrio La Laguna, de Quevedo; del Pescador, de Huaquillas; de los Guasmos, de La Trinitaria, de Nigeria, de Cenepa…


¡Cantidades de mujeres excluidas de las oportunidades en el Ecuador! No podía dejarlas de mencionar, debo ser leal con los ciudadanos, aquellos que han confiado en mí y esperan un verdadero cambio en el
Ecuador.
Para generar oportunidades para las mujeres necesitamos cambiar la orientación de las políticas públicas, con el fin de impulsar su inclusión social, su desarrollo.


Pero, en términos generales, para toda la sociedad ecuatoriana debemos crear políticas públicas con el fin de controlar el cambio climático, construir ciudades sostenibles, cambiar patrones de consumo y proteger nuestros océanos.
Los efectos de la pandemia del Covid-19 significarán décadas de retraso en el desarrollo humano. Es urgente tomar acciones para revertirlos. La Agenda 2030 es una hoja de ruta que requiere del
encuentro de toda la humanidad. Esto nos lleva quizás al punto más crítico en el que debemos encontrarnos: nuestra salud.


¡Tenemos por delante meses difíciles, que pondrán a prueba nuestra determinación nacional!
Hoy, mientras estamos en esta ceremonia, no podemos olvidar que hay familias sufriendo, ecuatorianos desesperados por conseguir una cama en un hospital, ecuatorianos agonizando y otros muriendo.
El país tiene que movilizarse: ¡ministerios, hospitales públicos y privados, médicos, enfermeras, municipios, juntas parroquiales, dispensarios médicos, todo aquel que tenga la fuerza y el conocimiento para poner la vacuna o ayudar a que otro la suministre!


¡Tenemos que movilizarnos!
A la pandemia no le importa nuestra economía, no le importan nuestros comercios ni nuestros empleos. Pero tampoco le importa quién la detenga, sea una farmacia, una empresa privada o un hospital público.
Por eso responderemos desde múltiples frentes, juntando todas nuestras fuerzas para maximizar soluciones que arrinconen al virus.

¡Será el más grande despliegue logístico de nuestra historia, para cumplir con el más sagrado deber de un gobierno: salvar la vida de sus ciudadanos!
Al emprender esta tarea necesitamos saber que no estamos solos.
¡Necesitamos de la buena voluntad de la comunidad internacional, más allá de las inclinaciones políticas!
¡Necesitamos adquirir más vacunas, todas las que sean posibles! ¡La salud no tiene ideologías ni colores! ¡Este mal global necesita una respuesta global!
El pueblo del Ecuador y su gobierno sabrán responder con gratitud, con aquella gratitud que siempre nos ha caracterizado.
¡Desde hoy mismo entra en vigor el plan que tendrá como objetivo la vacunación de nueve millones de ecuatorianos en los primeros cien días de gobierno! El renovado Ministerio de Salud contará con el apoyo directo del vicepresidente de la república.
Vacunaremos sin descanso, porque el virus no descansa. Lo haremos siete días a la semana, en cada provincia, en cada pueblo, en cada parroquia.

Y convocaremos también a la ayuda del Consejo Nacional Electoral. ¡Qué mejor oportunidad, señora presidenta (Diana Atamaint), que en época no electoral la capacidad logística del Consejo Nacional Electoral se ponga a disposición del pueblo ecuatoriano, para recuperar la salud del pueblo! Y cuando hayan pasado aquellos cien primeros días, seguiremos vacunando hasta que la tarea haya sido cumplida totalmente. Y cuando los embates de la pandemia hayan disminuido, y se empiece a respirar mayor tranquilidad en nuestro país, entonces empezará una tarea aún mayor, el verdadero desafío:

¡La lucha para llevar al Ecuador, de una vez por todas, por las sendas de la prosperidad!
Éste, queridos ecuatorianos, no es un mero listado de promesas. No será el nuestro un gobierno que solo promete. Será un gobierno que también nos compromete a todos. Como ecuatorianos, compartimos el mismo destino. Es obligación de todos asumir los desafíos que nosimpone el futuro. Enormesretos que no pueden ser enfrentados aisladamente, ni por el presidente de la república ni por esta honorable Asamblea Nacional.
Para concretar el sueño de un gobierno democrático –del pueblo y para el pueblo– es necesaria una concurrencia democrática sin precedentes. Sin importar el lugar que ocupemos, el rol que
desempeñemos, actuemos con la convicción de que todos tenemos una contribución que ofrecer a este irreversible camino hacia la democracia plena.
Necesitamos lo mejor de este gobierno, de la ciudadanía, de cada partido democrático también, especialmente de los partidos aquí reunidos.
Aquí –ante los ojos de nuestros mandantes– hago un llamado a la unidad nacional, que debe de ser atendido cívicamente. Porque nuestra lealtad va más allá de unas siglas, va más allá de los colores de
un partido.
¡Nuestra lealtad es ante todo, con el amarillo, azul y rojo del Ecuador! Obviamente, eso no quiere decir que busco la obsecuencia de años recientes. Mas bien, lo que espero de esta Asamblea es debate
apasionado, pero leal. Vibrante, pero constructivo. Donde prevalezca siempre la búsqueda de la verdad y del bien para el pueblo ecuatoriano.
Un debate que devuelva a la política el prestigio que ha perdido. La democracia no es la ausencia de diferencias e incluso de conflictos. La democracia es la búsqueda del tratamiento pacífico y en derecho de
esas diferencias.

Así debe ser el Ecuador del encuentro, señora presidenta, honorables asambleístas, ecuatorianos todos.
Más allá de mi ejercicio como presidente, mi deseo como demócrata es ser testigo de la recuperación parlamentaria como escenario de la soberanía popular. La promesa de democracia plena nos exige que
varios organismos del Estado –empezando por esta Asamblea– recuperen sus competencias perdidas.
¡Nunca más la concentración de funciones en un organismo dependiente de la voluntad de una persona! ¡Nunca más una deficiente organización en la lucha contra la corrupción!

Sin embargo, hasta que el pueblo decida lo contrario, respetaré la institucionalidad actual.
El novelista Jorge Icaza decía que en Hispanoamérica no existen monólogos interiores, sino diálogos interiores. Lo decía porque nuestra identidad no está completa todavía. Y esto es porque la identidad ecuatoriana nace, crece, se cuestiona, se reflexiona a sí misma, ayer, hoy y hasta que el sol se apague.
Porque la identidad no es una sola, es plural: es de diálogos, de encuentros, de desencuentros y también de reencuentros. Es estar en contante aprendizaje junto al otro. Encontrar lo que amamos del otro y entregar al otro que lo que él precisa. Lo antagónico existe y existirá.

Y nuestro reto es encontrar el centro, para cosechar una alianza superior.
La diferencia siempre enriquece. Seamos diferentes, pero estemos conectados. No son choques, es complementariedad y ayuda mutua.
Es minga, señora presidenta de la Asamblea Nacional.
Estas son palabras que me impulsan al encuentro de mis conciudadanos, a convocar a los miembros de la sociedad civil a reactivarse.
¡Escúchenme bien!: éste es un llamado a los miembros de la sociedad civil a reactivarse, a llenar cada espacio, cada causa con la bondad de su accionar.
En los últimos 42 años de nuestra democracia se otorgó roles protagónicos al Estado y al mercado. Sin embargo, la sociedad civil no se ha ubicado nunca en el centro de ese triángulo, aun cuando ha gestado proyectos de acuerdos sociales que el Estado ha dado pocas muestras de escuchar.

¡Mi gobierno cambiará esa historia!
Hoy, en esta transmisión de mando, no debe ser solo el presidente quien asume el desafío. Debemos de ser todos juntos.

¡Que toda la ciudadanía sienta que el poder regresa a sus verdaderos dueños, a ustedes: los mandantes, los ciudadanos, el pueblo ecuatoriano, la sociedad civil ecuatoriana!
Este gobierno incentivará a la sociedad, en todas sus manifestaciones, para que adopten iniciativas de cooperación en el desarrollo de su Estado y de su economía.
Por eso me he permitido invitar a esta ceremonia a una muestra de organizaciones no gubernamentales, que no son todas las que debieron estar, pero sí encarnan la voluntad de este gobierno para reactivar a esos segmentos de la sociedad. Que regresen a Ecuador muchas ONGs que fueron hostigadas, que fueron amenazadas y que por lo tanto dejaron de actuar en el Ecuador.
En nuestro país, queridos ecuatorianos, hay colores opuestos que se vuelven complementarios. Allí se encuentran los hombres y las mujeres; el pasado, el presente y el futuro. Se entretejen lo horizontal y lo vertical, lo celestial y lo terrenal, la tierra y el aire, el agua y el fuego.
¡Un centro donde todos tenemos nuestra razón de ser y nada ni nadie sobrepasa! Hay un centro en el que nos encontramos, y ese es un germen de democracia.

Más allá de lasfotos y colores, de la boleta, del esferográfico, laslargas filas y papeletas, las ánforas, los porcentajes y estadísticas, ganadores y perdedores. Se trata de dialogar en un mismo nivel. Se trata de
comprender y entender al que está en la acera de enfrente, de construir y no imponer.
En este sentido, quiero ratificar una vez más que seré el jefe de un Estado laico. Quiero ratificar una vez más que seré el jefe de Estado de un Estado laico. Sin embargo, aquello no implica un país en donde se niega nuestro lado espiritual. Tampoco impide que impulsemos una gran reconciliación entre el Estado con todas las religiones que en el Ecuador conviven.
Que nuestras creencias sean puentes. Que nuestras convicciones nutran un encuentro más profundo y más humano.
Me he permitido invitar a esta ceremonia al presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, al Obispo Primado, al Nuncio Apostólico y también a uno de los más destacados pastores de la Iglesia evangélica, para que sean testigos de nuestra declaración de este interés de reconciliación entre el Estado y las iglesias.
Aunque muchosjóvenes no lo crean, hubo una época en que la política tenía el poder de ilusionar, pues en ella brillaba aún la decencia.
Retumban todavía en mí las siguientes palabras del presidente Jaime Roldós Aguilera, abro la cita:

La independencia nacional y el progreso social nunca han sido el fruto de la acción aislada de ningún gobierno, sino el resultado de la firmeza teórica, la honradez política y la perseverancia sacrificada de toda la comunidad. El destino no está hecho, se labra todos los días: sin odio, sin venganza, sin renunciamientos.
Juntos debemos trabajar por construir un nuevo tiempo histórico, donde el pueblo no solo conserve su irrenunciable derecho a la autodeterminación, sino también a ejercer su función protagónica en
el ejercicio de una auténtica democracia. Cierro la cita.
Nunca he dejado de creer en nuestro poder para cambiar el destino. Una de mis marcas desde joven ha sido mi negativa total a dejarme dominar por la circunstancia, o por lo que supuestamente debía ser mi
vida. Y esa misma convicciónme ha traído hasta aquí, porque la actividad política también debe ser una manera de rebelarse ante el destino, especialmente el que algunos oscuros intereses nos quieren imponer.
Que la política sea el instrumento colectivo para dominar la adversidad. Que juntos cambiemos este presente para convertirlo en el destino que nosotros queramos, construyendo ese nuevo tiempo
histórico en que el pueblo ecuatoriano será, por fin, el protagonista libre de su propia historia. Ese es nuestro reto.
Yo, como presidente,solo puedo aspirar a que mis acciones hablen tan elocuente como las palabras de Roldós. Que mis decisiones reflejen sus pensamientos, que mi conciencia responda a sus ideales, y que así despierte en los jóvenes el mismo fervor cívico que en mí brotó hace
cuarenta y algunos años atrás.
Finalmente, no puedo terminar sin agradecer:
Primero a Dios, a quien le pido la sabiduría para guiar a mi país en este camino, donde muchos antes de mí se extraviaron. Que me conceda la prudencia para discernirsiempre, entre lo conveniente y lo correcto,
entre lo pasajero y lo eterno.
A mis padres, cuyo legado me recuerda siempre que no importa cuán lejos uno llegue, lo que importa es nunca olvidar de dónde uno partió.
Yo sé que desde el cielo, desde la eternidad, son fieles testigos de mi compromiso con el pueblo ecuatoriano. Muchas veces he escuchado en mi alma, en mi corazón, en mi conciencia, las palabras de mi padre diciendo: “Hijo, tú estás en el lado correcto de la historia”.
Gracias a mi esposa, María de Lourdes, el amor de mi vida. Iniciamos este viaje hace cuarenta años, emprendiendo la más grande empresa de nuestra vida: nuestra familia, nuestros hijos, nuestras nueras,
nuestros yernos, nuestros nietos.
Gracias a mis hijos, porque a pesar de su juventud, hoy más es lo que yo aprendo de ellos de lo que les puedo enseñar.

Pero, ante todo, gracias al pueblo ecuatoriano por confiar en mí. ¡Pueblo maravilloso, pueblo trabajador! ¡El mejor pueblo al que un presidente puede aspirar!
A ustedes, pueblo ecuatoriano, me une la ilusión que desde niño siento por este país, por su capacidad para levantarse y trabajar.
Yo sé, ecuatorianos, yo lo sé. Nunca fui el candidato más convencional. Soy el primero en estar consciente de cada uno de mis defectos. Y así mismo, soy el primero en tratar de corregirlos día a día.
Sé también lo improbable que este día parecía para muchos, que en un momento dado todo esto parecía una batalla imposible. Pero la verdad es que eso se debía –en parte– a que durante muchos años nuestros predecesores se encargaron de desfigurar nuestra reputación y nuestra historia de vida.
Y lo mismo hicieron con muchos legisladores que están en esta Cámara, como por ejemplo a usted, señora presidenta de la Asamblea Nacional.
¿Quién hubiera dicho algún día, que un exbanquero y una lideresa indígena proveniente de la Amazonía, llegarían a presidir al mismo tiempo estas dos funciones del Estado? ¡Quién lo hubiera dicho!
¡Quién se hubiera atrevido siquiera a mencionarlo! Sin embargo, aquí
estamos los dos, señora presidenta.

Aquí estamos los dos, listos para servir y, sobre todo, ansiosos por trabajar en conjunto para bien del país. Ese es el asombroso poder que nos da la democracia, a quienes sí creemos en ella.
¡El poder para desafiar las mismísimas nociones de lo que puede ser posible! ¡El poder para no conformarnos con la realidad, sino moldearla con nuestra voluntad! Es el poder para lograr lo que, hasta
hace pocas semanas, nadie se hubiera atrevido a imaginar. Pues bueno, es la hora de atreverse.
Hoy es una realidad concreta, que abre un mundo nuevo de posibilidades y oportunidades para nuestro pueblo. ¡Abracémoslas! ¡Aprovechémoslas!
¡Hagan que éste sea el momento que todos hemos buscado! ¡El momento en que no nos equivocamos, el momento en que cambiamos de verdad!
Esto no es un error, esto no es ingobernabilidad. Esto es, al contrario, una invitación a seguirnos descubriendo, a continuar por un camino nuevo, abierto ante nosotros, listo para ser explorado. Un camino que otros, aferrados al miedo y la división, ni siquiera se atrevieron a pisar.
Esto es conquistar nuevos territorios de paz, convivencia y prosperidad. Es aventurarnos hacia un nuevo destino, de un nuevo tiempo. Essacudirnos de lastaras del pasado y –al hacerlo– atrevernos a ser otro país.
¡Aquí y ahora, desde este mismo momento, desde este mismo instante, señora presidenta de la Asamblea Nacional, honorables asambleístas, ecuatorianos todos!
¡Esto es lograr lo inimaginable! ¡Esto es hacer historia! ¡Atrevámonos,
ecuatorianos, a cambiar!
Por último, invocando una vez más las palabras de Roldós, concluyo este mensaje: ¡Mi poder en la Constitución y mi corazón en el pueblo ecuatoriano!
¡Que viva un Ecuador republicano, por siempre, para siempre!
¡Que Dios nos bendiga a todos!
¡Muchas gracias!


¡Un abrazo a todos los ecuatorianos, un abrazo a todos los presentes
en esta ceremonia!
¡Muchas gracias!

GUILLERMO LASSO MENDOZA
Presidente Constitucional de la República del Ecuador